Sigo un canal de una africana de Guinea Ecuatorial, el único país de África que habla español. Me sorprendió que no les gusta de los latinoamericanos: ¡Discuten sin fundamento! o dicho de otra manera: les cuesta argumentar.
Cuentan que en un proceso de selección de personal en la NASA había 10 candidatos excelentes para una solo puesto. Los convocaron para una prueba extra que sería la definitiva. El salón en donde tendría el examen estaba en el último piso. La pregunta era: ¿Cuántos escalones había desde la puerta de entrada hasta la sala del examen? ¿Se trata de un número par o impar? ¿Alguna razón para ello? Todos trataron de responder. Hubo un par de respuestas prolijas y bien documentadas. De las dos, solo uno contestó a la pregunta de si había una razón para que fuese par o impar. Fue el candidato elegido.
La primera pregunta forzaba la necesidad de que documentes tu respuesta. Dos personas de diez hicieron un cálculo que explicaba el porqué del número que habían proporcionado. Dos personas un solo puesto. La manera de discriminar entre estos dos candidatos fue la pregunta estúpida de si había una razón para que fuese impar o par. No había una razón, pero a un astronauta no se le pide que cuestione la pregunta porque en una misión puede estar en estrés y no seguir los requerimientos o lo que se le pregunte desde Houston.