El Papa Gregorio I, a finales del siglo VI, reordenó el marco legal del matrimonio cristiano de acuerdo con un nuevo conjunto de normas que impedían el matrimonio entre primos, el divorcio y la poligamia. Este proceso de reforma desmanteló las instituciones basadas en el parentesco. Es la Iglesia Católica, gracias a este tipo de normas, la responsable de promover la idea del individuo. La idea de que todos somos iguales ante los ojos de Dios también fomentó el desarrollo posterior del concepto de que todos somos iguales ante la ley.
¿Cómo era Europa antes las normas contra las bodas de primos?
El Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, junto a un equipo internacional de socios, analizaron más de 100 genomas de personas de la Edad del Bronce en el Egeo. En las islas griegas, la mitad de las personas estaban casadas con primos. En el continente esta proporción bajaba a un tercio de las personas. La razón puede ser lo incomunicado de las islas o bien porque si te casas dentro de tu misma familia significa que te enfocas en permanecer en la misma área. La preocupación de estos agricultores era unir la tierra dentro de la familia. Si observas lo que la gente estaba cultivando, uvas y aceitunas, este tipo de cultivos deben de estar en un lugar determinado durante décadas.