China le ha declarado la guerra a la escuela privada. Esta noticia me ha resultado sorprendente por las razones que esgrime el gobierno chino. Por un lado, con un doble objetivo: limitar los riesgos sociales de un ámbito que quedaba fuera del control gubernamental, hasta ahí, todo normal. Al fin y al cabo es un país no democrático, pero el siguiente objetivo es alucinante: potenciar que los ciudadanos del continente tengan más hijos. Es decir, asumen que los costos de la educación privada será un freno para que los chinos tengan hijos.
Para lograr estos objetivos: Primero y más importante: las compañías dedicadas a ofrecer tutorías educativas, presentes o futuras, deberán transformarse a organizaciones sin ánimo de lucro. Tampoco podrán cotizar en bolsa u obtener financiación extranjera o mediante cotizaciones públicas. El Ministerio de Educación creará un órgano de vigilancia, se introducirán estándares de tarifas y se pondrán límites a las materias que puedan impartir.
Por último, se limita enormemente el ejercicio de su actividad: nada de educar a niños menores de seis años (estos servicios solían ofrecerse a partir de tres), ni dar clases a estudiantes durante fines de semana, festivos o vacaciones, unas limitaciones horarias que ya se estaban imponiendo por gobiernos locales pero que ahora se extienden a todo el territorio.
Los estudios del gobierno chino dicen que las clases particulares suponen un quinto del presupuesto familiar y que son potenciador de la desigualdad. Según el partido comunista chino, las industrias educativas son son generadoras de desigualdad.
Que las familias estén dedicando un 20% de sus ingresos en educación no está pasando solo en China. En España parece que están en lo mismo.
REVOLUCIÓN EDUCATIVA EN CHINA: ¿EL FIN DE LA COMPETICIÓN?. Fuente: Jabiertzo
La verdad es que este segundo video no alcanza a analizar en profundidad las tremendas implicaciones que tendrán este tipo de medidas en la población china. Por lo pronto creo que abaratará el tener hijos en China y posiblemente permitan que el sistema sea más meritocrático. En España los jueces y fiscales le cobran a los aspirantes a jueces y fiscales por "clases particulares". Al final, es juez quien sea muy brillante o quien pueda pagar lo necesario para llegar a ser funcionario de lujo. Estos jueces llegan a cobrar 4000 euros al mes a los aspirantes.
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