lunes, 24 de junio de 2013

Ciencia teórica: ¿Patente de hidalguía?

Interesante reflexión de Antonio Ruiz de Elvira en El MUNDO

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/clima/2013/06/24/la-mente-y-la-ciencia.html

He preadquirido en Kindle un libro de Jim Baggott ''Adiós a la realidad''. En la propaganda aparecen ideas que llevo publicando en este Blog, y en el Blog ''Medio Ambiente y Ciencia'', de Madrid+d,  desde hace años.
Esas ideas, mías y de Baggot, son sencillamente la prolongación con ramales de uno de los caminos que tomó la física cuando Dirac, allá por 1928, postuló la existencia del positrón, no como una partícula real con la masa del electrón y su misma carga pero de signo positivo, sino como un agujero, como una partícula virtual.
Aquello, que eran ecuaciones, es decir, herramientas, se tomó por los místicos que siempre ha habido en el mundo cómo barra libre a cualquier especulación tipo escolástica, del género de cual es el sexo de los ángeles o cuantos de estos caben en la cabeza, o si se tercia, en la punta, de un alfiler.
Las respuestas son evidentes e inmediatas: Ninguno y ninguno, esencialmente porque como con los minotauros, pegasos, sirenas y centauros, como con los dragones del Hobbit, no los hay.
La mente humana es capaz, y por eso es humana y no animal, de abrir circuitos neuronales y combinar sus partes entre sí. Es esto lo que nos hace humanos y nos distingue de los chimpancés, por ejemplo: La recreación mental constante de imágenes y su recombinación.
La especulación mística ha sido una constante de las tres religiones del libro (al menos, dejemos las de extremo oriente) desde que éstas existen. ¿Que podemos imaginar?  Todo: El mundo es un plato sobre el agua, es fuego, es aire. Hay dioses, hay demonios, hay dos, tres, cuatro, ...., trece dimensiones.
No hay limite a la imaginación. Y la carencia de límites hace inútil esa imaginación.
Galileo inauguró una nueva forma, ahora realmente humana, de pensar: La ciencia. En la ciencia, solo se acepta aquello imaginado que se puede comprobar mediante experimentos controlados realizados por agencias independientes y, mejor, competidoras entre sí.  Esto garantiza que podamos volar en aviones, pero no a lomos de un pegaso. Garantiza que podamos bucear con botellas, pero no llevados de la mano de sirenas.
Tras Dirac, una parte, una parte ciertamente elitista de la física, la que ignora en sus artículos el trabajo de los científicos reales, se ha dedicado a las especulaciones místicas sobre el origen y final del universo, algo sobre lo que no se puede experimentar, sobre partículas que aparecen y desaparecen de  la nada, ignorando la inconsistencia científica al hablar de una nada llena de objetos, de universos paralelos, depreciando la inconsistencia científica de que no puede haber -universos- en plural, pues universo es -todo- lo que existe.  Supercuerdas que se enrollan en 13 dimensiones y, milagrosamente nos dan un universo de 3. Teorías con diez elevado a diez elevado a diez elevado ..... número de parámetros, modelos unificados que son meras yuxtaposiciones de grupos de simetría que no interaccionan entre sí,  etc., etc.
Y nada de esto verificable, ni siquiera en principio, ¡ni siquiera!, en el laboratorio.  Es cómodo y se puede publicar cualquier cosa, y puesto que la publicación es moneda de cambio en la academia,  hacerse rico, al menos en artículos.
La ciencia real exige la penosísima tarea de comprobar cada afirmación, cada proposición, cada predicción, mediante la experiencia, y para eliminar casos espurios, la experiencia de científicos independientes en laboratorios distintos.  Puesto que hay que verificar, comprobar, controlar una y otra vez, el número de artículos publicables por año viene a ser un doceavo del de la especulación que rechaza la verificación.  si se mide la calidad mediante el número, la ciencia real se hunde en el pozo, y la mística vuela por las altas esferas intangibles.
Una idea mística, que jamás se verificó, y que retrasó el avance de la ciencia durante 100 años fué la del éter, ese fluido invisible, indetectable, como los Rayos N o la fusión fría, un fluido tan sutil que los planetas avanzaban por él sin sufrir rozamiento, pero millones de veces más ¡rigido! que el acero.
Si era imposible el éter, lo razonable era cambiar las ecuaciones, no insistir en la validez de éstas y buscar lo inencontrable. Hoy día postulamos, para segur las ecuaciones de la gravitacion general, unas materia y energía obscuras que no encontramos por ningún lado, cómo nunca conseguimos encontrar el 'eter'.
La comprobación y la verificación es buena ciencia. Y se hace en la mayoría de institutos. Pero no es la ciencia de las elites. Hemos llegado, en este caso, a la patente de hidalguía, que deriva de muy antiguo, y se veía ya en Esparta y en Atenas, donde los ciudadanos tenían prohibido trabajar y vivían del trabajo de otros, pasando por Roma, donde los senadores no podían comerciar, y acabando en los hidalgos de Calderón y Lope.
Ciertas elites desprecian el laboratorio, y mantienen que la ciencia es lo indemostrable, lo inverificable, lo no falsable.
Esperemos que toda la especulación, incluidas cierta física y cierta economía, desaparezca pronto y volvamos, en todas nuestras escuelas, a enseñar ciencia. 
Les recomiendo, para cuando se publique, el libro de Baggott.

jueves, 20 de junio de 2013

Cómo ponérselo difícil a Prisma

Publicado en EL HUFFINGTON POST  por MIGUEL ÁNGEL CRIADO  | 

Prisma ha servido para mostrar que el espionaje en la red no es cosa de conspiranoicos. Estados Unidos vigila a miles de ciudadanos no estadounidenses con la colaboración aún forzada de las grandes empresas de internet, todas con sede en ese país. Si la privacidad es, además de un derecho fundamental, un valor en sí misma que hay que proteger sólo hay dos opciones: la primera es desconectarse de la red; la segunda, para los que no puedan vivir sin ella, aprender a navegar lejos del alcance de Prisma.
La mayor parte de la vida online pasa por los servicios de las empresas tecnológicas que se han visto salpicadas por el escándalo. Con la excepción de Twitter, las principales herramientas para la comunicación en la red usadas por millones de internautas del mundo pertenecen a las nueve compañías que han aparecido en el PowerPoint de Edward Snowden. Por eso es complicado escapar de Prisma, pero no imposible.
Lo más evidente es no usar esos servicios. Adiós a Google, a Facebook, a Skype, a YouTube, a Flickr, al iPhone... No parece la opción más realista, aunque sí se puede prescindir de algunos.
1. Cambiar de navegador
Los usuarios de Safari, Chrome y Explorer pueden pasarse a Firefox y aclimatarse en unas horas. Los creadores de este último, la Fundación Mozilla, no sólo forma parte de la campaña internacional iniciada para exigir que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos deje de espiar, sino que también ha desarrollado extensiones para Firefox que protegen la privacidad de sus usuarios. Entre ellas están Do Not Track, para evitar el rastreo en la web, Persona, para gestionar la identidad online y Collusion, para saber quién rastrea.
2. Usar Tor
La solución casi perfecta para navegar sin ser localizado y sin que sepan qué sitios se visitan es Tor Browser Bundle, el navegador del proyecto Tor, la "internet oculta" y anónima. Sin instalar nada en el ordenador, la información viaja cifrada entre dos puntos (el cliente y el servidor) a través de varios nodos de la red. Esto impide que un tercero pueda ver el contenido de la comunicación, de dónde viene y a dónde va. Este fue el sistema usado por Wikileaks en sus intercambios de información con los medios de comunicación, y se da la paradoja de que Tor nació para uso de la Marina de Estados Unidos.
3. Pasarse a un buscador alternativo
Los tres principales buscadores, Google, Bing y Yahoo! Search, habría que ponerlos en cuarentena. Nuestras búsquedas reflejan nuestros intereses, pasiones y pensamientos, así que son de gran interés para los fisgones oficiales. Tras destaparse Prisma, buscadores alternativos como DuckDuckGo, Ixquick o StartPage, que no registran la dirección IP de los ordenadores ni rastrean el historial, hayan duplicado su tráfico. Aunque sus cifras son aún la centésima parte de las de Google, a ellos Prisma les ha sentado muy bien.
4. Cifrar las comunicaciones
Las comunicaciones por correo, chats o mensajería toca cifrarlas para que sólo los participantes en la conversación puedan leerla, dejando los espías con una ristra de caracteres sin sentido. Para el correo hay varias herramientas de cifrado cuya única complicación está en su instalación y configuración. Para el chat y la mensajería, la mejor opción es combinar el cliente universal de chat Pidgin con el plugin OTR. El primero importa los contactos de Gtalk, el viejo Messenger, AIM... y el segundo cifra las conversaciones.
5. ¿Cambiar de redes sociales?
El asunto de las redes sociales es de los más difíciles. Por un lado, no hay muchas alternativas a Facebook, Google+ o Twitter (aunque ojo, esta última no está en nuestra la lista negra). Por otro lado, las pocas que existen no tienen la masa crítica que hace a las otras interesantes, así que ¿por qué estar en una red social dónde no están tus amigos?
Aún así, hay redes sociales alternativas y algunas son españolas. La gran promesa de una red social respetuosa con los datos de sus miembros fue Diaspora. Pero esta creación de cuatro estudiantes neoyorquinos fracasó en su intento de retar a Facebook desde la privacidad. Hoy, entregado su código a una comunidad de desarrolladores voluntarios, sigue activa pero con un perfil muy bajo. La opción española es Lorea que, desarrollada por hacktivistas, permite crear redes para pequeñas comunidades.
6. Explora nuevos mundos
Las herramientas para proteger la privacidad recogidas en este artículo no son las únicas. Hay otras alternativas y existen más programas para protegerse en entornos diversos. Aquí van algunos de ellos:
  • Si usas un gestor de correo tipo Outlook, puedes pasarte a Thunderbird, creado por la Fundación Mozilla, y cifrar los correos con Enigmail.
  • En Vuze se han mostrado muy críticos con el espionaje de Prisma y explican cómo compartir archivos en las redes P2P de forma anónima.
  • Con la app Wickr se pueden enviar mensajes, fotos o vídeos de forma cifrada desde un iPhone de forma segura. Sólo el receptor podrá abrirlos y se pueden configurar para que se autodestruyan pasado determinado tiempo todas las copias que existan.
  • Aunque Twitter no se ha visto implicado en el escándalo, puede ser buen momento para instalar AnonTwi. Creada por el hacktivista hispano Lord Epsylon, permite cifrar los tuits y mensajes directos de Twitter, falsear la ubicación o conectarse con la red Tor.
  • Para los móviles Android, RedPhone cifra las llamadas. Hace lo mismo con conversaciones sobre VoIP, como Skype, y mensajes de texto. Eso sí, el interlocutor también tiene que tenerlo instalado.
Si aún quieres más, la Free Software Foundation dispone de un directorio de programas para ponérselo difícil a Prisma. Con la misma idea también ha nacido Prism Break, con decenas de alternativas a los servicios sospechosos de colaborar con la NSA.

jueves, 13 de junio de 2013

Una mente prodigiosa

Estoy leyendo este libro. ¡Qué penita de Nash!. Vale que el tío era un genio y que con 21 años pario una idea de premio Nobel, pero a un tío tan inestable mandarlo a la RAND... es como meter a un gato en una perrera. No me extraña que desarrollase una esquizofrenia paranoide

El flamenco es cultura

¿Quién puede decir que el flamenco no es cultura con mayusculas? ¿Existen muchos casos en donde una disciplina se comience a aprender de tan joven y con tanta intensidad?

http://www.youtube.com/watch?v=cR8fCDLbMeA&feature=youtu.be