domingo, 31 de marzo de 2019

¿Qué es amor y qué es instinto?

¿Qué es amor y qué es instinto?

Nosotros podemos construir una tarjeta de circuito impreso. Básicamente, tu puedes diseñar un circuito en un programa de computadora y hacer una simulación de como va a funcionar. 
Cuando nacemos la mayoría de nuestras conexiones neuronales no se han formado, excepto las de aquellos grupos de neuronas que constituyen nuestros reflejos e instintos primarios. Gracias a esas neuronas conectadas podemos reaccionar instintivamente como en el caso del reflejo del moro.
Estos circuitos tienen unas instrucciones de manera que tu puede preguntarle al circuito y él te dará una respuesta. En el lenguaje técnico se diría tu le das un input y él te dará un output. Por ejemplo, una tarjeta de una luz de bicicleta. Presionas un botón y se enciende la luz blanca fija, le das dos veces y parpadea, le das tres veces y se enciende una luz roja. La presión del botón es un input y las luces el output. Las neuronas del instinto están conectadas desde el momento en que nacemos. La experiencia y el aprendizaje serán producto de nuestra vida posterior.
Mucho del amor es instintivo. Las madres muestran un amor hacia sus hijos muy escorado hacia la protección. Esto lleva a que la mayoría vea a sus hijos como suyos exclusivamente. Fuente

El instinto de protección materno ha sido seleccionado por la evolución. Es importantísimo en nuestra cultura. De hecho, figuras como la Virgen María es una expresión de ese culto a la protección materna, especialmente en los países católicos, una religión mediterranea. En el caso de los hombres, la capacidad para engatusar a muchas hembras y dejar la "semilla" por doquier es una conducta que ha tenido premio evolutivo porque ha permitido diseminar una gran prole a este tipo de conductas. Por eso los hombres se pasan la vida mirando tetas y culos. Es bastante patético. Es como ver a los perros marcando un territorio que no sirve para nada, o ocultado sus heces echándole tierra. Son vestigios de conductas que sirvieron en el pasado y que no tienen mucho sentido hoy en día.

El instinto de protección materno ha llenado y lo seguirá haciendo las consultas de los psicoanalistas. Woody Allen en "Historias de Nueva York" de Directores: Allen, Coppola y Scorsese País: EEUU Año: 1989

Leí recientemente, que amor era cuando te querían de forma temporal "Te quiero ahora" y que amor era cuando te querían de forma atemporal. Es una buena clasificación. Tiene sentido. Cuando estás enamorado sueles pensar que ese amor es para siempre. Hay quien te avisa de que no y aún así no haces caso y sigues creyendo que será para toda la vida. Si atendemos a esa clasificación resulta que el único amor sería el de los padres y las madres, siendo el de las madres mayor por que tendemos a considerar instinto de protección como amor. El del padre es de menor rango porque tendemos a estar buscando instintivamente formar otras familias. A todo esto tenemos que pensar que la legislación actual de divorcio suele dar la tenencia a la madre por este tipo de comportamientos. Se juzga el caso individual desde un punto de vista generalista: le damos la custodia a la madre porque los padres son un desastre. Esta argumentación es poco justa, pero se debe a que es muy difícil tener en cuenta una línea temporal y es más cómodo trabajar con clichés. 

Los hijos suelen querer a los padres cuando son pequeños, quizás por instinto de conservación, suelen renegar de ellos cuando las hormonas y el crecimiento les hace tomar conciencia de su individualidad y vuelven a los padres de mayores cuando se dan cuenta de la importancia de la línea de tiempo compartida.

La línea de tiempo compartida es un espacio de cooperación y altruismo. Si sabes que vas a ver una persona durante mucho tiempo entonces cuidas de no estropear esa relación. Si a esa persona con dar la vuelta a la esquina no la vas a volver a ver... la verdad, te importa bien poco si esa persona va a defraudarse o sentirse mal en su relación contigo. Por eso que quitarle el tiempo a un padre para estar con sus hijos es una violencia tremenda. No se trata del tiempo no compartido, se trata de la muerte de los valores que ese padre puede transmitir. 

Además de que el amor sea intemporal requiere de dos características muy importantes: comprender para amar y tener un territorio para amar, de las que voy a hablar más adelante.

El instinto lleva a Mouchette a enamorarse de un maltratador

La película Mouchette de Robert Bresson, una obra maestra, relata la vida de una niña sin familia y su entrada en la pubertad. Mouchette comienza a considerar su novio a un hombre maltratador mayor que ella. Genera muchísima angustia porque podemos ver como él la quiere para lo que la quiere, para tener sexo. Varias personas intentan apartar a Mouchette de esa mala influencia, pero ella, terca, persiste en esa relación: es el hombre que ella ha elegido. Finalmente acaba teniendo un hijo de él.
El instinto de reproducción lleva a Mouchette, sin nadie que le aconseje, a tomar sus propias decisiones. Decisiones que vistas desde la sala de proyección sabemos que van a tener consecuencias desagradables.

El instinto lleva a la cría de gacela a alimentarse de la leona

De vez en cuando aparecen videos de depredadores hembra, como leonas, que amamantan a las crías del antílope que se acaban de comer. De nuevo el instinto. Todo el mundo se sobrecoge ante lo "humano" de la bestia. La segunda parte del video, que nunca se muestra, es cuando la leona tiene hambre, la cría de la gacela corre y el instinto de caza hace que mate a la gacelita que amamantaba para comer.
Nos encantan estas historias y no vemos que no es amor, es solo el instinto de un mamífero hacia un ser de cabeza grande y ojos grandes, características neoténicas que en los mamíferos despiertan instinto de protección. Los reptiles como, la mayoría, no cuida de su prole, que tengas ojos grandes y cabeza grande les da igual.

Comprender para amar

Ir más allá del instinto es hacer un esfuerzo por comprender a quien amas más allá de tus obligaciones o tu instinto. Vale tanto para tus hijos, para tu pareja, para tu relación con tus padres. Tendemos a ver a las personas en el presente y nos olvidamos de su línea de tiempo, de cuando fueron pequeños, quienes eran sus padres, como era el barrio y la sociedad en la que se desenvolvieron. Cuando somos adolescentes y vemos un viejo solo nos percatamos de sus defectos, de su olor, de sus pelos que pinchan. Nos olvidamos de que un día fueron niños, de que corrían, de que se enamoraron.

Con los padres y sus hijos pasa algo parecido. No nos damos cuenta de que tienen que hacer su vida. Muchos padres y sobre todo madres sufren por el "Síndrome del nido vacío". Le han dedicado tanto a sus hijos que no comprenden la razón de su ausencia.

El amor exige ir más allá del instinto, de protección de los padres a los hijos, el instinto sexual y de compañía en la pareja. Exige entender a esa persona. Para eso hace falta tiempo, escuchar. Escuchar sin prejuicio. Quizás lo que vayas a escuchar no te va a gustar. No te tiene que gustar.

Las personas que hemos amado son aquellas que se han parado a escucharnos, y hablando con ellas nos hemos sentido entendidos. El amor en el tiempo es cuando se establecen unos lazos de pareja, el cuidado de los hijos, de los padres. Aquellas personas que envejecen contigo. Personas que tienen los elementos para saber quien eres y porqué actúas como lo haces.

Tener un territorio para amar

Las mejores historias de amor surgen cuando hay un espacio común, un negocio, un proyecto. Un tiempo en común. Hay personas que por cercanía podían haberte amado pero no lo hicieron. Consideraron que no les importabas los suficiente para dedicarte su tiempo. Y si te dedicaron su tiempo fue para hablarte de ellos mismos. Cuando te das cuenta de que alguien es importante para ti y que su compañía te llena de gozo debes de buscar un territorio, una actividad, un proyecto para crecer a su lado.

Para mi, hacer algún trabajo en el taller con mi padre siempre fue un espacio de disfrute. Comprar cartas Pokemon con mi hijo, salir con ellos al campo a ver bichos. Pasear con mi abuela. Escuchar a mi madre contar anécdotas. De alguna manera sentía que esos momentos eran intemporales. Todo estaba bien en esos momentos.

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