jueves, 21 de junio de 2018

Práctica: Elaboración de un protector solar

Los rayos ultravioleta (UV) son una forma invisible de radiación. Pueden penetrar la piel y dañar las células. Las quemaduras de sol son un signo de daño en la piel. El bronceado tampoco es saludable. Aparece después que los rayos del sol ya mataron algunas células y dañaron otras. Los rayos UV pueden causar lesiones en la piel durante cualquier estación del año y a cualquier temperatura. También pueden causar problemas en los ojos, arrugas, manchas en la piel y cáncer de piel.

El alto costo de los protectores solares comerciales y la exposición laboral a los rayos UV hacen que las poblaciones económicamente menos favorecidas no tengan acceso a una adecuada protección solar la cual incluye, pero no se limita, al uso de pantallas protectoras (protectores solares).

Los protectores solares generalmente están compuestos de un aceite, un emulsificante y el agente protector solar. El óxido de Zinc se utiliza frecuentemente en este tipo de formulaciones no comerciales por ser económico y efectivo, como emulsificante puede emplearse la cera de abeja la cual es ampliamente utilizada en cosmetología y ha demostrado se seguro como emulsificante, al igual que el aceite de almendras cuyo uso es extendido en la fabricación de cosméticos en todo el mundo.

Objetivos de la práctica

Identificar los componentes de una loción protectora solar

Reconocer la naturaleza de los diferentes ingredientes de un protector solar

Elaborar una formulación extemporánea para protección solar

Alcance


Esta práctica de laboratorio incluirá elaboración de un protector solar de bajo costo desde la pesada de sus ingredientes hasta el envasado y rotulado final

Aparatos, equipos e instrumentos

Balanza analítica
Plancha de calentamiento

Materiales y reactivos

10 Espátula cuchareta
10 Probeta 50 mL
10 Vasos de precipitación 100 mL
10 Morteros con pistilo
20 Bandeja para pesar
Reactivos:

Cera de abejas
Aceite de Almendras
Óxido de Zinc

Descripción del procedimiento


1. Medir en una probeta 36 mL de aceite de almendras

2. Pesar 3,8 g de cera de abejas

3. Pesar 6,7 gramos de Óxido de Zinc

4. Mezclar en un vaso de precipitado la cera de abejas y el aceite de almendras calentando en una plancha y agitando vigorosamente con una varilla de vidrio

5. Verter la mezcla en un mortero donde previamente se ha colocado el óxido de zinc y con la ayuda de pistilo mezclar hasta obtener una loción homogénea

6. Envasar en un recipiente plástico y rotular como sigue:

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