‘Soy ecuatoriana por herencia y por fatalidad… pero yo pertenezco a un pueblo indígena’ Estas palabras de la líder indígena Nayra Chalán, vicepresidenta de la Confederación de Pueblos de Nacionalidad Kichwa del Ecuador en esta entrevista son todo un signo.
En mis clases de biología explico el territorio celular como lo que hay dentro de una membrana. En ese espacio, que podría ser la analogía de un país o un estado, se dan tres tipos de interacciones entre el yo y el él. Por un lado las interacciones competitivas, que es el clásico "Quítate tu pa ponerme yo". Si lo referimos a los pueblos indígenas sería lo que ocurrió con el este de los EEUU, que antes estaban allí y ahora... no. Existe el parasitismo, que es cuando el él está dentro del espacio pero no de manera integrada. Serían las reservas de los indígenas norteamericanos en los estados del oeste de los EEUU. Por último, están las sociedades mestizas donde no hay grupos étnicos diferenciados, que en biología es cuando se produce una simbiosis para dar un nuevo organismo, por ejemplo la célula eucariota a partir de dos bacterias iniciales.Si una relación amo-esclavo es lesiva... ya estamos hablando de otra cosa. Imaginemos una relación amo-esclavo... ¿Podemos "curar" al esclavo poniéndolo en la figura del amo? La experiencia nos dice que no. El refranero español lo resume en "Ni mandes a quien mandó, ni sirvas a quien sirvió". También le podemos preguntar a un palestino por su experiencia con los nuevos amos.
Según Dietrich Bonhoeffer, la estupidez no es un defecto intelectual sino moral. Esta frase es totalmente reveladora. Dice Bonhoeffer: "solo un acto de liberación, no de instrucción, puede vencer la estupidez, aquí debemos aceptar el hecho de que, en la mayoría de los casos, una liberación interna genuina es solo posible cuando le precede una liberación externa. Hasta entonces, debemos abandonar todo intento de convencer a la persona estúpida".
Video: La teoría de la estupidez de Bonhoeffer
Por lo tanto, las personas integrantes de la minoría viven pendientes de tener poder a expensas de la estupidez de las mayorías. Lope de Vega (1562–1635) en su «Arte nuevo de hacer comedias» (1609) justifica su uso del lenguaje vulgar en las obras de teatro: «Y escribo por el arte que inventaron / los que el vulgar aplauso pretendieron, / porque, como las paga el vulgo, es justo / hablarle en necio para darle gusto.». El parásito es manipulador por necesidad y por lógica.
Personalmente, y esto es una opinión, creo que el que pretende ser dominante, o el que se percibe como dominados, no se curan con un cambio de rol, sino estableciendo límites, pactando, llegando a acuerdos. El camino es la simbiosis, pero el precio a pagar es la pérdida de la identidad.
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