sábado, 2 de abril de 2022

Preguntas con toques eléctricos

Estaba leyendo en un blog de educación sobre la obsesión actual contra la evaluación calificadora. Desde la Consejería de Educación de la Generalitat no se aceptan y no se quieren establecer una serie de aprendizajes mínimos y esperados para cada edad. El resultado es que los alumnos van avanzando en el currículum sin tener conceptos básicos asentados.

En mi experiencia como profesor de medicina he observado que una mayoría de alumnos no tienen interiorizado el concepto de la suma, la resta, multiplicación y división. Esto es muy obvio cuando hacemos problemas utilizando números en crecimiento exponencial y en crecimiento aritmético. Estos problemas son fundamentales para entender cómo funcionan las vacunas, la selección de resistencia a los antibióticos, a los anticancerígenos, la técnica de PCR...

La tendencia que se observa es la de evaluar a los docentes y dejar las evaluaciones de los alumnos sin consecuencias: todos pasan. De esta manera, la responsabilidad de aprender de los estudiantes se traslada a los profesores. ¿De dónde viene esta tendencia?... en mi opinión este tendencia es un reflejo de nuestra sociedad consumista: el cliente (el alumno) siempre tiene razón y si no somos capaces de venderles (enseñarles) entonces es que no estamos haciendo las cosas bien. 

Si, la mayoría de los mensajes que recibimos en nuestro medio vienen de la publicidad y de medios de comunicación de masas que se hacen eco de esta lógica mercantilista. El consumidor es un ente al que hay que seducir, que no tienen responsabilidad en su elección, que es volátil en sus gustos y al que tenemos que seducir, convencer y reorientar hacia nuestro producto ¿Le suena?

Analogía de Pablo Escobar

He observado que cuando les pregunto a mis alumnos ellos me responden con una pregunta. Son alumnos que en algunos casos en tres años estarán graduados como médicos. Trato de explicarles que ellos tienen que darme un resultado, una respuesta basada en un razonamiento, que no estamos jugando a un juego de mesa, que esto es un entrenamiento para el mundo real. 

Cuando me hartaba de que me respondieran con preguntas, como si de un concurso de la televisión, o de un juego de azar se tratase les explicaba la siguiente analogía: 

"Si yo fuese Pablo Escobar, el patrón, y tu tuvieses que dar cuenta de un cargamento de cocaína ¿Te podrías dar el lujo de dar una respuesta a la ligera y equivocarte con 5 kg del cargamento?" La respuesta era siempre: "No". ¿Qué pasaría si te equivocas y le dices que hay 5 kg menos? "Pues que me mataría" y era allí cuando escenificaba un enfado diciendo "Si yo fuera Escobar, te mataría antes a tu mamá, a tu papá, a tu hermanita, a tu perro, a tu abuelita, y si la abuelita está enterrada la desentierro y la vuelvo a matar y luego te mato a ti" 

Los toques eléctricos mexicanos al rescate


Mi amigo Andrés me contó que en Chihuahua, México, es habitual que en los bares entre un tipo con una máquina ofreciendo toques. Los toques son descargas eléctricas que van aumentando de intensidad hasta que dice "Para". En los bares sirven para medir la "hombría" de los asistentes. Desconozco si las mujeres son aficionadas, pero conociendo mexicanos me da que algunas de ellas deben de ser aficionadas. 

La propuesta sería llevar la máquina de toques al aula. Enfrentar al alumno a recibir su nota en función de una escala eléctrica: ¿Estás seguro de la respuesta? si está seguro se le ofrece la nota ¿Qué nota quieres 1, 2... 10? la nota se le asignaría según el riesgo que estuviese dispuesto asumir. Si da la respuesta correcta se le asigna la nota. En caso de que falle... un toque.

Skinner, el psicólogo estadounidense, en los años 30 del siglo XX, realizó una serie de experimentos con palomas. Su conclusión fue que las consecuencias positivas y negativas moldean la conducta, a este proceso le dio el nombre de condicionamiento operante. Actualmente, este tipo de experimentos no se pueden hacer por que no pasarían un comité de ética, pero... ¿en los bares y cantinas mexicanos? hay amigos, ahí se podría hacer el estudio. Y me imagino que a los hombres les iría mejor que a las mujeres con este método.

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