Los estudiantes se han vuelto intelectualmente más perezosos. Además, la tecnología se ha convertido en una industria diseñada para captar nuestra atención. Ahora que puedes acceder a información y conocimiento de otros sin hacerlo tuyo y sin comprenderlo explica que se use menos el cerebro. Aquello que no se usa se atrofia: La noticia aquí; Y aquí; Aquí también y También acá
Michel Desmurget es un neurólogo francés que recientemente ha publicado 'La fábrica de cretinos digitales'. En una entrevista en Xataka afirma que "estamos creando la primera generación con "un coeficiente intelectual más bajo que sus padres". Los entusiastas de la digitalización de las aulas hace años nos hablaban de los nativos digitales como una especie de ser humano evolucionado multifunción. El filósofo coreano Byung Chul-Han se dió cuenta de la falacia y en sus obras, especialmente en "La sociedad del cansancio" nos advirtió que lo que nos separaba de una ardilla era nuestra capacidad de concentración en un solo tema. Las ardillas son un paradigma de bicho multifunción: están pendientes de que no las coma un azor, de recolectar bellotas, de guardarlas, de hacerlo en secreto, de proteger su territorio, de si hay una hembra cerca... ¿Es posible que una ardilla se concentre en un proyecto a largo plazo? no, eso solo lo puede hacer el ser humano. Vanagloriarnos de ser multifunción como las ardillas es un retroceso. Ahora, los neurólogos y pedagogos de todo el mundo empiezan reconocer que la industria de la captación de atención que está detrás de los celulares es parte del problema en este retroceso generalizado de atención a nivel mundial.
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