Autores: Ricardo Guerrero, Mia Proaño, Nicole
Muñoz y Leonardo Pimentel. Alumnos de medicina de UEES
¿Cómo sería
un mundo sin anestesia?
En respuesta a esta interrogante ya tenemos una respuesta,
de forma controlada y de manera médica, la anestesia fue usada
por el odontólogo Horace Wells y fue usando óxido nitroso en 1844. Sin embargo en el pasado se
buscaban formas alternativas de evitar o reducir el dolor provocado por las
diversas situaciones a las que estaban expuestos, de aquí en Ecuador los shuar
adiestraron y dosificaron el curare. Antiguamente, no existía la posibilidad de
dar una dosis exacta para intervenir en procedimientos, en cambio se usaban la ingesta
de alcohol y etanol, o la mezcla de hierbas, como adormidera, mandrágora o
cannabis y
en ciertos casos comprometía a los pacientes. Es por eso que en el pasado
algunos pacientes fallecieron debido a la falta de conocimiento en cuanto a dosis.
La selva supera al humano en cuanto a evolución molecular
El término “curare” o “pareira” hace referencia a una serie
de venenos de origen vegetal utilizados para la cacería desde tiempos de la
colonia en América Latina. Esta planta era utilizada por los indígenas para
untarlo en sus flechas y cerbatanas para cazar a sus presas. Esta civilización,
sin herramientas ventajosas de por medio, descubrió que el “curare” produce
parálisis progresiva, matando por
asfixia. (Vídeo 1)
Vídeo
1: Indígena Shuar de Ecuador con una cerbatana. Fuente
Los
poderosos siempre presumiendo lo que no es suyo…
La palabra “curare” surgió mucho después, de hecho fue un
nombre adaptado por los europeos. El verdadero término para esta planta era
“ourari”, que se cree que proviene de dos palabras indígenas, “uría” que
significa pájara y “eor” que significa matar.
Fue posteriormente, que las lenguas europeas adoptaron
términos como ourara, urali, urare, woorari, wourali, y finalmente curare, que
es el que ha prevalecido.
¿Qué es en
sí el curare?
El curare es una enredadera cuya toxicidad en
toda su totalidad se concentra especialmente en la parte de la corteza y de las
hojas y era aprovechada por regiones de América del Sur y Central. (Figura 1)
Figura 1: Curare
La
naturaleza es el mejor laboratorio
La teoría que sostiene que los vikingos se asentaron incluso
500 años antes que Cristóbal Colón en América del Norte, que como prueba
tenemos al L’anse aux meadows, por lo que pensar que hay una
historia mucho mayor a la que tenemos registrada con respecto a los
bloqueadores neuromusculares derivados de la naturaleza no es necesariamente
tan descabellado, incluso en esta cultura evidenciamos el uso de plantas y hongos
psicoactivos que inducen al Trance en la batalla de los Berserkers o
Ulfhednar.
El primer contacto histórico con el curare podemos verlo en
la intervención de Colón con al continente americano, existen registros de cómo
los indígenas, al tener un primer contacto con estas civilizaciones españolas,
atacaron usando las cerbatanas, con dados cargados en curare, causando la
muerte de quien fuera alcanzado con los dardos, la muerte por la interacción
con el veneno era inevitable, los colonos entienden que los guerreros
aborígenes usaban esto, pero no tenían un antídoto, sólo los indígenas lo
sabían y por esta razón, tenían cierta ventaja dentro del campo de batalla.
La
imaginación otorgando información errónea
La primera descripción del curare fue realizada por Pitreo
Martine d´Anghiera, historiador y médico de origen italiano(no estuvo en
América), el describió de manera errónea
la elaboración del curare ya que se la atribuyó a una secta de ancianas.
Luego Nicolas Bautista Monarddes que no viajó a América sin embargo era un
médico destacado considerado el padre de la farmacología describió la
preparación del curare como un ritual mágico elaborado por brujas así como
también reportó la inhalación del curare como peligroso y mortal.
Otra descripción errónea y dramática fue realizada tras el
regreso a Europa de Walter Raleigh, los efectos del curare fueron descritos de
manera exagerada ya que aseguraban que las personas atacadas con flechas
envenenadas sufrían de manera inimaginable, que en su lecho de muerte eran
incapaces de llorar o gritar e incluso llegaban a morir locos y con los
intestinos fuera del cuerpo.
Europa
empieza a buscar respuestas acerca del Curare
Luego de las terroríficas descripciones realizadas los
europeos necesitaban respuestas sobre la naturaleza de este veneno por lo que
fue llevado a Europa. Debemos tomar en
cuenta que el curare era usado, más no entendido. Una de las evidencias de
tratamiento o la primera base para ‘entenderlo’ la conocemos de parte de Abbe Fontana,
que realizó experimentos con curare en músculos de contracción voluntaria en
1780, en 1900 se descubrió que la fisostigmina es capaz de revertir o
antagonizar los efectos del curare y en 1914 Henry Hallet describe
la acción de la acetil colina y su papel dentro del tejido muscular, por lo que tenemos la
diana del curare, Inhibir la acetilcolina.
La señal dada por la acetilcolina en las fibras motoras
finales neuromusculares, permite la relajación muscular, la D-Tubocurarina compite
con la acetilcolina en un regimen de 1/1, causando que la relajación no sea
posible, dejando al tejido afectado en una contracción forzada o mejor conocida
como parálisis.
¿Cómo de un
veneno se pasa a ser una herramienta para el quirófano?
Recordemos que el efecto venenoso se daba cuando era
inyectado por los dardos, más cuando este se usa por vía oral tiene un efecto
distinto. Lo mencionado, se debe a que se logró
descubrir un componente clave en el curare que era la D-tubocurarina y una vez dosificado
y administrado vía oral facilita
la intubación del paciente, disminuye la dosis del anestésico principal y
mejora el control de la ventilación mecánica. El hecho de que sea administrado
de esta forma permite que sea metabolizado y excretado por el riñón y el
hígado.
¿Cómo se
aplica actualmente este descubrimiento en
la práctica?
Luego de los experimentos de Bernard se empezó a utilizar el
curare en casos de enfermedades que producen contracción muscular como la rabia
y el tétanos, así como también en enfermedades convulsivas como la epilepsia.
Si bien el curare era de ayuda, luego se encontraron con que el efecto no era
permanente y cuando perdía su eficacia se presentaban dificultades como la
depresión respiratoria llevando a la muerte.
Hoy en día, el curare es utilizado como un bloqueante
neuromuscular y su acción alcaloide-d-tubocurarina produce el bloqueo del impulso
nervioso a nivel de la placa motora.
El curare se ha utilizado en tratamientos de convulsiones o
espasmos musculares, síndromes neurológicos, y actualmente como anestesia con
el objetivo de relajar los músculos durante la cirugía.
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