Después de colaborar gratis dos años en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología en A Coruña me contrataron mediante una empresa externa: Vendex. Tan pronto entré a trabajar supe que no quería quedarme allí. Detalles como que se me negase un taburete para sentarme mientras vigilaba las salas (se me recordó que en el pliego de condiciones del contrato se hacía referencia a que debíamos ser resistentes a estar de pie varias horas) el salario escaso me decidieron a dejarlo. Estuve tres meses que coincidieron con la inauguración del museo y para mi fueron tres meses muy interesantes desde el punto de vista divulgativo. Pero estar de pie en las salas no era lo mío (una vez pasada la inauguración el museo no lo visita nadie) y lo dejé. Hoy esta empresa está siendo investigada. Por favor, pasen y vean
El grupo Vendex, una «agencia de empleo»
La jueza Pilar de Lara investiga si la concesionaria funcionaba como un organismo de colocación de personas próximas a cargos municipales
La jueza Pilar de Lara lleva al menos desde el 2011 con la lupa puesta en la relación entre el grupo empresarial Vendex y el Ayuntamiento de A Coruña. Las sospechas de amaños en los contratos municipales con esa firma han derivado en la instrucción de la denominada operación Pikachu, pieza separada de la Pokémon que suma ya, solo en A Coruña, 19 imputados. El martes declararon dos y mañana lo hará, entre otros, el primer teniente de alcalde de la ciudad, Julio Flores.
Por lo que ha trascendido de las declaraciones ante la jueza de Lugo, todo apunta a que en A Coruña no circulaban los sobres con dinero -al menos no lo hacían con profusión- sino que los presuntos favores se pagaban de otra manera: con regalos caros y, sobre todo, enchufando en las empresas del grupo al personal que le indicaban desde determinados círculos de poder en María Pita.
Hacia los enchufes de amigos y familiares de funcionarios, ediles y asesores se han dirigido las últimas investigaciones. De Lara está tratando de aclarar un complejo árbol genealógico que arranca en el Ayuntamiento y se ramifica por firmas como Sermasa y SAU, filiales del grupo.
Presuntos enchufes de esposas y maridos -con salarios de hasta 3.000 euros al mes- y de otros recomendados en diferente grado de parentesco forman parte de la investigación que instruye la jueza y sobre la que pesa el secreto de sumario.
Entre las costumbres de la empresa figuraba, por ejemplo, el envío, en Navidad, de lujosos regalos a determinados responsables municipales. Viajes gratis para funcionarios y hasta obras de reforma de algún domicilio están en los expedientes que se guardan en Lugo.
Una larga historia
Lo que De Lara investiga ahora no es nada nuevo para quienes trabajaron de cerca con las firmas de Vendex. «¿Alguna vez se vio un anuncio de empleo de esa empresa? Todos entraron aquí por enchufe, yo también», relata una exempleada de una de las filiales que pide mantener el anonimato. Apunta, además, que el interés que despertaba el grupo entre algunos altos cargos estaba menos relacionado con posibles mordidas que con otra característica: «Eran obedientes, contrataban y despedían a quien le mandaban», cuenta.
Esa forma de actuar comenzó, presuntamente, hace años, pero la jueza no circunscribe sus investigaciones al pasado remoto. Buena parte de las imputaciones están relacionadas con hechos ocurridos después del 2011, si bien se han hecho preguntas en sede judicial por actuaciones que se remontan hasta el año 2003.
Entre el personal del Ayuntamiento los había que, presuntamente, además de recibir regalos gozaban de viajes privados gratuitos y en algún caso hasta de servicios de limpieza en sus domicilios a cargo de empresas que tenían contratos con el consistorio.
De Lara lleva tiempo preguntando a los imputados por esos posibles regalos y por las listas de personal a fichar a dedo desde María Pita, unos listados, indican fuentes del actual gobierno local, que llegaron a circular con alegría en otras épocas por el palacio municipal.
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