Tal y como apunta la investigación canadiense, realizada por un grupo de científicos del Instituto de Investigación de la Universidad McGill (Montreal, Canadá), la ambliopía es la principal causa de deterioro visual en los niños, que afecta a un 3% de la población.
José María Rodríguez Sánchez, jefe de sección de Oftalmología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid, lo explica así: "Es un problema del desarrollo de la visión. A veces, los ojos tienen distinta graduación o uno tiene más estrabismo que otro. Entonces el cerebro se queda con el ojo 'bueno' y va anulando el que tiene más problemas de visión".
En la actualidad, el tratamiento de este trastorno visual incluye el uso de gafas y parches (oclusión del ojo 'bueno' para que el 'perezoso' trabaje más) y "también recomendamos entrenamiento" (actividades de fijación, colores...). "En el 95% de los niños que se tratan antes de los 10 años se recupera la visión. Dependiendo de distintos factores (la diferencia de graduación, la existencia de estrabismo o si el niño ha nacido con catarata congénita), puede tardar unos meses o años".
El problema llega cuando el paciente es mayor, de ahí que la detección precoz sea tan importante, subrayan los autores del estudio, publicado en'Current Biology'. "Normalmente, a partir de una edad, el tratamiento no consigue mejoras. A veces, al cabo de un año, los avances logrados se pierden; y en otras existe el riesgo de desarrollar visión doble", argumenta Rosario Gómez de Liaño, encargada de la Unidad de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid y presidenta de la Sociedad Europea de Estrabismo.
Para afrontar el reto de la edad, los investigadores de la Universidad McGill pusieron en marcha un trabajo centrado en 18 adultos con ambliopía. Quisieron analizar una nueva vía terapéutica basada en el popular videojuego tetris. Para comprobar hasta qué punto el hecho de girar piezas y completar líneas podía mejorar la visión de estos pacientes, les dividieron en dos grupos. La mitad de ellos jugaba al tetris utilizando exclusivamente un ojo, el más débil. El otro llevaba un parche. El resto de los miembros del estudio podían recrearse con los dos ojos, pero con condiciones. Tenían que usar unas gafas especiales (con una especie de filtro), de tal manera que con uno de los ojos veían caer los objetivos y con el otro sólo visualizaban las líneas que iban formando. Así "obligamos a que los dos ojos trabajaran de forma conjunta", remarca el principal autor de la investigación, Robert Hess.
Al cabo de dos semanas, la visión del grupo que usaba los dos ojos para completar las líneas del tetris "mejoraba notablemente". De hecho, cuando los pacientes del primer grupo (sin avances significativos) probaron a jugar con las gafas, se beneficiaron del mismo progreso. El cerebro humano adulto, asegura Robert Hess, "tiene un importante grado de plasticidad (capacidad de mejora) que aumenta cuando los dos ojos cooperan en la tarea encomendada. Esto es clave para el tratamiento de algunos trastornos visuales que desarrollan en la infancia".
Habrá que ver ahora, coinciden los dos expertos españoles consultados por ELMUNDO.es, si esta mejora se mantiene en el tiempo y, como adelantan los investigadores, el próximo paso será analizar los efectos de esta nueva vía terapéutica en los niños.
Aunque los resultados de este trabajo son prometedores, añade el doctor Rodríguez Sánchez, "hay que tomarlos con cierta cautela. De momento, según los estudios multicéntricos, la oclusión es lo más eficaz para estimular el ojo 'vago', pero es cierto que ya en la práctica clínica, como medida complementaria, recomendamos los videojuegos".
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