Como bien nos aclara el lector "grc", el supuesto plan piloto educativo del Japón, que comentamos la semana pasada, según lo informado por un editorialista de El País, en realidad no existe. Se trata de uno de los tantos hoax o noticias que circulan por internet y se viralizan, como las frases y poemas cursis atribuidos a Borges o esa supuesta carta en que García Márquez anuncia que padece una enfermedad incurable. La diferencia con esos antecedentes, es que el "cambio valiente" atribuido en forma falaz a los japoneses, no tiene nada de cursi ni de tonto. Repasemos la noticia mexicana que encendió esta mecha:
Se está probando en Japón, un revolucionario plan piloto llamado "Cambio Valiente" (Futoji no henko), basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius. Es un cambio conceptual que rompe todos los paradigmas.
Es tan revolucionario que forma a los niños como "Ciudadanos del mundo", no como japoneses.
En esas escuelas, no se rinde culto a la bandera, no se canta el himno, no se vanagloria a héroes inventados por la historia.
Los alumnos ya no creen que su país es superior a otros por el solo hecho de haber nacido allí. Ya no irán a la guerra para defender los intereses económicos de los grupos de poder, disfrazados de "patriotismo". Entenderán y aceptarán diferentes culturas y sus horizontes serán globales, no nacionales.
¡Imagínese que ese cambio se está dando en uno de los países más tradicionalistas y machistas del mundo!
El programa de 12 años, está basado en los conceptos:
§ Cero patriotismo.
§ Cero materias de relleno.
§ Cero tareas.
§ Y solo tiene cinco materias, que son:
1. Aritmética de Negocios. Las operaciones básicas y uso de calculadoras de negocio.
2. Lectura. Empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja, y terminan leyendo un libro por semana.
3. Civismo. Pero entendiendo el civismo como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo, y el respeto a la ecología.
4. Computación. Office, internet, redes sociales y negocios online.
5. Cuatro Idiomas, Alfabetos, Culturas y Religiones: japonesa, americana, china y árabe, con visitas de intercambio a familias de cada país durante el verano.
¿Cuál será la resultante de este programa?
Jóvenes que a los 18 años hablan cuatro idiomas, conocen cuatro culturas, cuatro alfabetos y cuatro religiones.
§ Son expertos en uso de sus computadoras.
§ Leen 52 libros cada año.
§ Respetan la ley, la ecología y la convivencia
§ Manejan la aritmética de negocios al dedillo.
¿Contra ellos van a competir nuestros hijos?
- Con "maestros" que siempre están haciendo huelgas, paros y marchas.
- Chicos que saben más de los chismes de la TV, que se saben los nombres de los artistas famosos, pero nada de Historia.
- Chicos que hablan español solo más o menos, que tienen pésima ortografía, que no saben hacer sumas de quebrados, que son expertos en "copiar" durante los exámenes.
- Chicos que no hablan del espíritu y del amor...
Las falsedades no siempre se viralizan por ser escandalosas y sensacionalistas... En este caso, más allá de algunas excentricidades como la de reducir la enseñanza de aritmética a "la de negocios" o mencionar la marca comercial Office como primer contenido de aprendizaje de computación, creo que el breve texto dice algunas verdades evidentes pero escasamente aceptadas, y por eso generó tanta adhesión y se replicó de manera tan extraordinaria.
Los defensores vernáculos del statu quo educativo salieron enseguida a descorchar champagne por el carácter falso de la noticia, y a desmenuzarla como otro intento de mercantilizar la enseñanza, con esos sonsonetes que se escuchan últimamente contra la capacitación de recursos humanos "para la explotación capitalista", etc. etc.
Debo decir que concuerdo con muchas de las cosas que dice el autor del falso cambio japonés. Coincido con él en que las matemáticas y la lengua deberían ser materias prioritarias en cualquier intento de reforma educativa. Las primeras, porque estimulan el pensamiento abstracto, que es el que libera a las personas de las cadenas de sus actos reflejos de perro de Pavlov. La segunda, porque otorga vocabulario y estructuras gramaticales a ese razonamiento.
Dicen los expertos que el pensamiento se organiza en el lenguaje. Por eso, cuantas más palabras conozcamos y mejores enlaces sintácticos podamos realizar, más rica, compleja y fermental será nuestra capacidad de pensar. Quienes manipulan a los pueblos agitando paradigmas falsos, como la superioridad de la raza aria o la cientificidad de la lucha de clases, necesitan pueblos lo suficientemente ignorantes y torpes como para aceptarlos. No les sirve que los niños sean buenos en matemáticas y lean muchos libros. Los necesitan sin capacidad crítica y con el cerebro lavado por esas mentiras que, al decir de Goebbels, de tanto ser repetidas se convierten en verdades.
En tanto, muchos de los docentes que impulsan el cambio de paradigma educativo que postula el documental "La educación prohibida" parecen obsesionados porque los muchachos aprendan sólo aquello que desean saber, como si el conocimiento fuera una imposición ideológica y no lo que realmente es: la única arma con la que combatir las falsas verdades absolutas de los fundamentalistas de todos los signos.
Además, estoy rabiosamente de acuerdo con el diagnóstico que hace el autor de ese hoax respecto a lo que está pasando con los chicos mexicanos, tan parecido a lo que ocurre con los nuestros. Es tristemente cierto que las direcciones sindicales de los docentes están más preocupadas por los paros que por la calidad de la enseñanza. Es bochornosamente real que nuestros niños saben más de los chismes televisivos que de lo que les enriquecería el alma y liberaría su conciencia.
Pero los bienpensantes de por acá suspiran aliviados de que ese cambio de paradigmas no sea más que un invento. ¿Qué proponen a cambio? Por favor, que alguien me diga si lo que quieren es seguir con el actual estado de cosas o si realmente tienen para ofrecer una propuesta pedagógica alternativa.
Con los niveles de repetición y deserción que tenemos actualmente, algunos creen que la elevación de la vara de exigencia intelectual haría la educación aún más elitista. ¿Por qué? ¿En qué fundan ese prejuicio? ¿No habrá llegado el momento de reubicar la educación como unaresponsabilidad de los chicos? Ya no se trata, como con los jarabes, de mezclar los contenidos educativos con edulcorantes y golosinas para que ellos los acepten sin darse cuenta. Llegó el momento de asumir, desde las más altas autoridades hasta el docente más novato, que la educación es mucho más una obligación que un derecho. Que quienes no nos valemos de toda la autoridad que haya que ejercer para que los muchachos aprendan con calidad y profundidad, somos los verdaderos responsables de la pauperización cultural del país, aún más vergonzante en tiempos de bonanza económica.
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