Conozco gente que cuando tiene un trabajo, el que sea, está más pendiente de cuanto le queda para terminarlo, que considerar lo que ya ha hecho. Si es jefe, el tío, o la tía, es agobiante: ventas, ventas, ventas, resultados, resultados, resultados...lo sembrado, como vive el presente, le importa nada.
Y lo sembrado es lo mollar. Lo sembrado, tarde o temprano, saldrá.
Este tipo de personas son compulsivas y obsesivas. No pueden no serlo. Están en el lado oscuro de la vida. No valoran lo que ya tienen, que hay que esperar para que todo dé su fruto. Están, como los agricultores malos, intuyendo lo peor de la cosecha, que si puede pasar que hiele, que caiga una pedriza, que vete a saber qué pasará mañana...son de un depresivo que termina por esculpir el rostro.
Viven de alimentar su ansiedad, que es algo que no existe.
Ten paciencia, hazme caso, somos tierra que está sembrada, los frutos llegan. Los tuyos.
Ten paciencia. Descubre tu tierra.
Ten paciencia.
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