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lunes, 27 de abril de 2020

Cymothoa exigua: quítate tu pa ponerme yo

Los sistemas económicos influyen en el tipo de creencias de las sociedades. Cazadores-recolectores son animistas, las sociedades neolíticas, con un poder centralizado, del medio oriente crean los primeros cultos monoteístas. Cuando el sistema romano llega a su pico de expansión el cristianismo sustituye la religión panteísta oficial. No se sabe si el declive de la ambición romana, por agotamiento del modelo económico, es el que facilita el auge de esta nueva religión que condena el esclavismo o es la influencia de esta religión la que cambia la manera de ver la realidad a nivel social. Los vikingos dejaron de ser piratas cuando se cristianizaron ¿O fue al revés? que abandonaron sus dioses cuando económicamente ya no era rentable la piratería.

Occidente ha crecido ininterrumpidamente durante 500 años a expensas del oro y riquezas que extrajo primero de América, luego de África y finalmente de Asia. Como ocurrió en el Imperio Romano, ese flujo de riquezas hizo que la vida dentro del imperio tuviese un valor del que carecía para los que vivían fuera de él. Los imperios implosionan debido a estas diferencias. Para el que nada tiene cualquier trigo es limosna. Cualquier mejora es percibida como una gran mejora. El crecimiento es un proyecto ilusionante. Para el que ha crecido con todo, cualquier pérdida se siente como un declive, incluso una debacle, un miedo que genera profecías autocumplidas negativas. En este momento se necesitan nuevos amos, nuevos dioses.

Cuando ya no hay crecimiento expulsar al otro es el camino

Los que hemos estudiado cultivos bacterianos y como las bacterias se comportan de forma distinta en crecimiento exponencial o en postexponencial podemos ver que sucede lo mismo con las poblaciones humanas. Cuando hay abundancia de nutrientes las bacterias se concentran en crecer. Cuando ya no hay nutrientes es el momento de las alianzas, el sexo, el volverse más patógenas...
Cuando se agotan los nutrientes las poblaciones dejan de crecer, pero no mueren, se mantienen en pequeños ciclos de muerte y crecimiento. Hay un desplazamiento de unas por otras. Las desplazadas mueren y sirven de alimento a las otras. Es la estrategia del pícaro, del parásito, crear necesidades para satisfacerlas y así garantizarse un sitio.
En Occidente estamos de lleno en crecimiento postexponencial mientras que en Asia, gracias a sus exportaciones, están en un crecimiento exponencial sostenido durante los últimos 30 años. Por ese motivo, la máscara, el quítate tu pa ponerme yo, es una estrategia importantísima en nuestras sociedades postexponenciales. En Asia, el culto a la familia, el respeto por lo colectivo, hace que por ahora esta sociedad se mantenga en esos niveles de productividad. Cuando alcancen su pico de crecimiento tendrán que cambiar sus dioses como nosotros hemos cambiado los nuestros. Mientras tanto ellos irán enriqueciéndose y creciendo mientras que nosotros lucharemos entre nosotros por mantenernos en nuestras ciudades, disfrutando de las terrazas, expulsando a "otros". Si hay 200 puestos de clase media y la sociedad crece no hay cama pa tanta gente.
Los juegos sirven para prepararse para la vida real de manera lúdica. El concurso Gran Hermano consiste en "Nominar" a los que se tienen que ir. El concurso de moda en las sociedades occidentales
Cuando producir no es ya tan importante, crear expectativas es el camino. Si además te puedes convertir en imprescindible ¡Bingo!. El aumento del narcisismo en nuestra sociedad es una habilidad necesaria a la hora de mantenerse. Ellos crean territorio, buscan dependencia y excluyen al otro. Habilidades necesarias para tener una carrera exitosa en nuestros países de crecimiento postexponencial
Circle. Esta película de 2014 trata de un círculo de 50 personas cada una de ellas situadas sobre un redondel. Cada 2 minutos un rayo mata a una de ellas. El grupo comienza a deliberar sobre qué criterio hay que seguir en la elección de las víctimas, una especie de "nominación" similar a la que se ve en "Gran hermano"
 No es el valor de las cosas, son las expectativas de crecimiento lo que importa

Cuando después del Crack Bursatil del 1929 (la típica crisis que se origina porque se produce más de lo que se compra) los bancos nacionales abandonaron el patrón oro, el dinero dejó de tener una convertibilidad en oro, en su lugar, fueron los mercados, las bolsas de valores, y las balanzas de pagos entre países las que mantuvieron la sensación de que ese dinero tenía un valor. Una especie de ficción social. En ese momento, el capital financiero comenzó a ser cada vez más mayor respecto a los PIBs de los países. El valor comenzó a no estar en las cosas sino en las expectativas de crecimiento, en mercados de futuro. El dinero premiaba a quienes iban a estar in y penaba a aquellos que se presumía que iban a estar out. No es competencia, es lucha por el territorio.

Vender duros a cuatro pesetas

Los duros eran monedas de 5 pesetas. Para nuestros mayores, la expresión duros a cuatro pesetas servía para etiquetar un comportamiento económicamente inviable. Hoy ya no es así. Es en este momento cuando el dinero financiero, que sobrepasaba por mucho el dinero invertido en industrias, empezó su juego. Pongamos el ejemplo de Amazon. Amazon es una empresa que pierde dinero. La empresa vale 310.480 millones de dólares, es decir, 289.700 millones de euros. O sea, casi tanto como Inditex, Telefónica, Banco Santander, BBVA, e Iberdrola juntas. El truco es el siguiente. Vendes un producto que ha costado 100$ a 99$ y pierdes 1$. Tus competidores no pueden seguir este juego. Los compradores ven tu precio y te compran a ti porque los demás vendedores están vendiendo ese producto a 120$, 100 que cuesta el producto más 20$ que es su margen de beneficios. ¿Dónde está la ganancia para Amazon? Amazon vende tanto volumen que al productor le conviene tenerlo como cliente. Solo hay un problema, que Amazon exige que le entregues el producto y te lo paga a varios meses. Al productor le conviene aun así porque el volumen de ventas es muy grande. El truco de Amazon es que cuando vende ese producto por 99$ el comprador lo paga al instante y de esa manera la empresa tiene 99$ durante varios meses para crecer hasta que pague 1$ extra por ese dinero al proveedor del producto que recibe al cabo de varios meses sus 100$. Todo el mundo contento ¿Quién es el Mario Casas de esta historia? pues los pequeños comerciantes que no pueden convencer a los compradores que les compren por 120$ lo que Amazon les vende por 99$. Resultado: Amazon crece y crece y crece y sus acciones llegan a valer 289.700 millones de euros. Y no solo Amazon sino todas las grandes multinacionales de la distribución. Esto se podría evitar legislando para que los distribuidores funcionen todos con las mismas reglas. Un pequeño vendedor no puede funcionar como un banco. Ponerlos a competir en el mismo sector es una condena para el pequeño vendedor, que es aquel que mantiene la vida de nuestras calles. Solo hace falta darse una vuelta por los centros urbanos de EEUU para darse cuenta que significan calles sin comercios.

Cymothoa exigua: quítate tu pa ponerme yo

Cymothoa exigua es un parásito, un crustaceo, que elimina la lengua de los peces y ocupa su lugar. Para evitar que el pez muera le ayuda en las tareas de deglución tal cual fuese una lengua de verdad.

Hay mucho que reflexionar sobre el comportamiento parasítico de este crustáceo que elimina la lengua de los peces para ocupar su sitio. Curiosamente, esta estrategia es la que lleva a cabo (atención spoiler alert) el protagonista de la película "El hogar"
Si queréis entender el final de Hogar en este enlace lo explican perfectamente. La estrategia es la misma que sigue Cymothoa exigua: ocupar el lugar de otro y volverse imprescindible. No se trata de competir. El protagonista de la película sabe que ya no es competitivo, que nunca va a poder disfrutar de lo que tenía, pero tiene las llaves de su antigua casa. Solo tiene que eliminar al inquilino que vive en su antiguo domicilio y ocupar su lugar. Lo importante es el territorio.

Llamar derechos a tus anhelos personales 

Jacques Lacán, durante las manifestaciones de los estudiantes universitarios parisinos, en el mayo de 68 francés, es increpado por algunos de ellos. Lacán les escucha y les espeta algo así como "vosotros lo que estáis demandando es un nuevo amo", es decir, en las reclamaciones de esos jóvenes no había una voluntad de lucha, como posteriormente sus actos confirmaron. Lo que demandaban era un nuevo lenguaje de dominación. No que querían ser mandados de manera autoritaria. Esta generación del 68 es la primera en nacer siendo acunada por la nueva industria del márketing. Querían ser mandados (demandaban) con las dulces palabras del márketing "El mundo necesita gente que ame lo que hace" te dice tu patrón mientras te niega el derecho a la huelga. Exigían que, al igual que hacía el marketing, se tuviesen en cuenta sus anhelos individuales. Lo de establecer unas estrategias de lucha colectiva si tal mejor otro día. Para entender este cambio de amo es imprescindible ver el documental que os dejo a continuación. En él entenderéis el papel del psicoanálisis en la génesis del márketing, el impacto de la escuela de Frankfurt en cómo la izquierda abandona las estrategias colectivas de lucha por la defensa de las minorías y como la política se ha convertido en un departamento de atención al cliente

 El siglo del Yo .The Century of the Self. Un documental imprescindible producido por la BBC y dirigido por Adam Curtis. Fuente

El márketing, de la mano del psicoanálisis, ha servido para elevar a derechos los anhelos individuales como ya anticipaba Chesterton cuando escribió "Para corromper a un individuo basta con enseñarle a llamar derechos a sus anhelos personales y abusos a los derechos de los demás". Hemos dejado atrás las neurosis de una sociedad represiva para entrar en el narcisismo de una sociedad del rendimiento. El anhelo individual se pone por encima de derechos que primaban lo colectivo. Así se refuerza lo narcisista.

En la película "Hogar" no solo el protagonista es narcisista. Todos lo son. Incluso la mujer del protagonista, que refleja a esa mujer actual española que piensa que el hijo es suyo y discute delante del hijo con el marido en un ejercicio de dominancia. Que esta señora es también una narcisista se ve al final de la película cuando prefiere el dinero de los estudios del niño y su pensioncita que denunciar el crimen del marido.

La ética y la moral al servicio de los anhelos individuales. La ley que funcionaba como organizadora de lazos sociales, ahora tenderá a organizarse alrededor de los anhelos individuales. Entre el padre, al que solo se le permite ser un cajero automático y su hijo, les han establecido un lazo de intercambio de beneficios y carencias. Ambos están en situación de indefensión y el estado propicia esa situación porque refuerza su poder.

Por que yo lo valgo. Cuando el marketing nos enseña a ser narcisistas

Los poderes económicos, mediante el marketing, potencian los rasgos narcisistas porque crean consumidores compulsivos. Se busca deliveradamente crear angustia destruyendo las relaciones honestas y respetuosas con los demás para luego vendernos un sucedáneo de felicidad, que como mucho, lo único que nos proporciona es un pico de alegría, similar al del consumo de una dosis de droga, literalmente es un pico a nivel de neurotransmisores, un subidón de serotonina y dopamina.

Al narcisista se le dice y se le alecciona en que tiene más derechos que los demás por lo que no duda en arrogarse derechos ajenos, aunque sea el derecho a la vida. A nivel social, el narcisismo es una de las enfermedades sociales más graves que padecemos, porque estimula el individualismo insolidario a niveles estratosféricos. Y se ha vuelto epidémica porque cuenta con poderosos «vectores» que la difunden, que no son otros que las fuerzas del mercado.
 
El cristianismo ponía al ser humano en el centro de la creación, es el famoso hablar con diosito que se escucha a menudo en latinoamérica. Al mismo tiempo que estas personas tienen línea directa con el jefe de todo son, paradójicamente, humildes, al menos comparados con los europeos. En los países del primer mundo se han cambiado las tornas: nadie tiene conciencia de la importancia de cada uno, todo el mundo asume que somos mortales y sin importancia en el cosmos, por el contrario nuestros anhelos, nuestros deseos son lo más importante, la arrogancia del narciso: por que yo lo valgo. Por lo tanto, acabar con una vida humana es lo de menos. En "Hogar" el asesino no duda ni un momento, la vista de su nueva casa es la certeza de que ha hecho lo correcto. Su mujer, testigo del asesinato, va a callar el crimen tras sopesar que efectivamente le conviene tener la paguita de divorciada, a su hijo y el fondo de estudios.
 
La politica, o la educación, se convierten en un departamento de "atención al cliente"y en una fábrica de narcisistas

Los políticos se dedican a votar leyes como las de multarte si fumas dentro de tu propio coche. Nos hemos olvidado de lo colectivo para centrarnos en lo cosmético. Multar a alguien que fuma en su propio coche da sensación de que el estado está presente, de que hay autoridad. No se arreglan los problemas solo se mantiene una máscara de orden y legalidad. Confiamos en que otros estén peor que nosotros para tener la sensación de confort que nos proporciona saber que a otros les va peor. Es el síndrome del esclavo satisfecho.

En educación, el campo en el que trabajo, ocurre algo similar. El sistema no se centra en que aprendan, se centra en la atención al cliente, que no es otra cosa que institucionalizar el derecho al berrinche, no a que los problemas se solucionen. Para eso existe el formulario 311 con el que los alumnos se pueden desahogar diciendo barbaridades del docente. De esa manera, despidiendo docentes cada poco tiempo, se crea una sensación de que el puesto de trabajo no te pertenece, lo cual crea valor, los que están in y los que están out. Se hace lo que sea para estar in. Como los alumnos saben que pueden conseguir que se despida a un profesor presionan a aquellos profesores exigentes: un sistema de incentivos que promociona la vagancia y a los mediocres. El profesor pierde su papel como referente para convertirse en un facilitador, un monitor de tiempo libre. El profesor es como el vendedor que pretende cobrar 20$ por un producto de 100. Gana la empresa y pierde el profesor.

Se ha abandonado la idea de legislar para lo colectivo a favor de los derechos individuales. Pondré un ejemplo más adelante. Lo punitivo también se centra en los individuos: te multo porque fumas en tu propio coche y sin embargo si eres Amazon y no pagas impuestos en mi país entonces no hago nada porque ni tengo voluntad ni el estado tiene la capacidad de pelear contra ejercitos de economistas y abogados bien pagados de estas multinacionales.

El conocer tus carencias es mi beneficio
"Lázaro, engañado me has. Juraré a Dios que has tú comido las uvas tres a tres.
—No comí, dije yo— mas, ¿por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacísimo ciego:
—¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas"
Cymothoa exigua estrangula la arteria que alimenta la lengua del pez hospedador. Cuando la lengua se atrofia el parásito ocupa su lugar. Primero crea la carencia y luego proporciona el beneficio de ocupar el miembro perdido. El protagonista de "Hogar" mata al padre de la familia que va a parasitar y ocupa su lugar. No compite con el padre, interpretado por el gallego Mario Casas, con el que no tiene ninguna oportunidad de vencer. Lo elimina y proporciona a su mujer aquello que su marido le proporcionaba: un marido, un padre para su hija y un yerno exitoso para su propio padre, el dueño de una importante empresa de transportes. Todos ganan. Esta estrategia contenta a todo el mundo porque no contempla una ley que sirva para todos y condene la muerte de un hombre.

El éxito de la estrategia, aparte de que ninguno se ve perjudicado excepto el personaje interpretado por Mario Casas que tiene que morir para que el narcisista logre su departamento de vuelta, se pueda desembarazar del hijo mediocre por la hija más "marketable" de su próxima mujer, conseguir trabajo y una casa mejor, estriba en que establece lazos de intercambio de beneficios y carencias entre todos los implicados. Eso crea orden y mantiene el valor de las cosas.

Para el protagonista de "Hogar" su casa de lujo, su BMW, que su mujer no huela a lejía, que su hijo sea un triunfador son el pasaporte para mantenerse en esa clase ¿Por qué? por que él lo vale. Los anhelos personales han cobrado tanta importancia en este siglo que comienza que los políticos se han lanzado a legislar pensando en ellos.
El pícaro es un narcisista que con la manipulación y la imagen cree que puede ascender en la escala social. Todas sus expectativas se centran en adquirir aquellos símbolos que le permiten situarse en ese nuevo territorio. Es la característica del género. La novela de Bohumil Hrabal "Yo que serví al Rey de Inglaterra" es un ejemplo canónico de este estilo que nació en el Siglo de Oro español.
Crear fallos te convierte en imprescindible

David tenía 62 años, trabajaba en Siemens e hizo un código para que apareciesen fallos en el programa que el había diseñado de forma periódica. De esa manera, como era su programa la empresa requería de sus servicios. Hay que decir que finalmente fue descubierto, pero ¿Cuántos ingenieros informáticos habrá que han hecho la misma estrategia? Generar un fallo es generar una carencia en el sistema que él podía solventar: la estrategia del parásito.
Una familia acomodada con dos hijos necesita un profesor de inglés. A partir de ahí, con el "profesor de inglés" dentro de la casa, comienza el estudio de las necesidades de esta familia acomodada. Poco a poco, el profesor de inglés y su familia parasítica va desplazando a la ama de llaves, a la cocinera y al chofer. Estudiar las necesidades, hacerse imprescindibles, desplazar a otros: la estrategia del parásito.

Si hay quien esté peor que tu entonces tu estás bien

Los emigrantes, en nuestra sociedad narcisista, cumplen un rol muy importante: son el personaje de Mario Casas, el que tiene que morir. Su falta de derechos hace que al menos los nacionales, los legales, sintamos que hay alguien que está peor que nosotros. Eso halaga nuestro sentido narcisista. 
Si tu estás peor que yo, al menos no puedo quejarme. Es una de las ideas de las que parte otra película que está siendo un éxito en este 2020: El hoyo.
Los emigrantes nos pagan de esa manera
haciéndonos creer que al menos nosotros tenemos derechos. La extrema derecha busca empeorar sus condiciones de vida porque eso aumentaría la brecha entre ellos y nosotros. No es que nosotros mejoremos, es que ellos empeoran. En la deriva de una sociedad que no crece y que ya no cree en lo colectivo. Esta extrema derecha tiene un nicho de mercado: dar derechos por nacimiento y excluir al otro. Es esta orientación política la que hace de este principio una bandera, aunque todos los emigrantes asumimos, de manera natural, que los nacionales siempre tendrán mejores oportunidades que nosotros.

Chesterton: "Para corromper a un individuo basta con enseñarle a llamar derechos a sus anhelos personales y abusos a los derechos de los demás" escribía G. K. Chesterton allá por los años 20 del siglo pasado en el Illustrated London News
Mi tesis es que gran parte del narcisismo no es un transtorno de la personalidad sino una adaptación a este mundo que no crece, que necesita conocer las debilidades de los demás para manipularlos y explotarlos, que necesita creer que sus necesidades son más perentorias y justas que las de los otros. Para ello es necesario brillar y que los demás brillen menos que tu, buscarse excusas, encontrar en el otro aquello con lo que disminuirlo y convertirlo en un maltratador, abusador y lo que haga falta para que mi privilegio se vea como algo justo.


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