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domingo, 6 de diciembre de 2015

Teoría de la Evolución de Darwin


Trabajo realizado por los alumnos de la Facultad de Odontología de la UDLA, Quito: Claudia Quijo, Britany Mediavilla y Esteban García
Teoría de la Evolución de Darwin
Evolucionismo es una cosmovisión en la cual el mundo natural se contempla y explica en su totalidad a través del método desarrollado por la teoría de la evolución.
El nacimiento de una nueva ciencia en la que se ofrecen resultados satisfactorios y respuestas a problemas antes no resueltos, y en la que se abren perspectivas de alcanzar nuevos e importantes conocimientos, constituye siempre una ocasión para incurrir en un reduccionismo. La ocasión será tanto más tentadora cuanto más poderoso sea el método y más espectaculares sean los resultados alcanzados con la nueva ciencia.
Esta teoría está sustentada en el hecho de que la vida posee relación y que esta descendió de un ancestro común. Todo presenta una relación (peces, plantas, frutas... etc.) es por eso que esta teoría supone el desarrollo de la vida basándose en la no-vida, en otras palabras las criaturas complejas que conocemos evolucionan de un ancestro más simple. El momento en el que aparecen nuevas mutaciones al azar en el código genético de un organismo las mutaciones que son beneficiales son preservadas las otras descartadas, ya que las beneficiales son muy útiles para la supervivencia, este proceso es conocido también como “Selección Natural”. Las mutaciones que salen beneficiosas son pasadas a una nueva generación. Con el pasar del tiempo las mutaciones acumuladas beneficiosas generan un organismo diferente.
Debate en torno a la teoría de Darwin
En 1859 Darwin sin conocimientos previos sobre las leyes de la genética empezó a dejar de lado el mecanismo de selección natural y empezó a aceptar la existencia de varios componentes de tipo Iamarkiano la cual manifestaba la metamorfosis de seres vivos. A partir de esto surgió la primera objeción en contra de la teoría de Darwin por parte de William Thomson ya que el aseguraba que una manera de entender el traspaso de caracteres hereditarios poseía un proceso de evolución de selección muy lento. Y que los cambios que servían como fuente para la selección natural eran diminutos y no solo recurrían para eso sino que también para conferir caracteres a la decencia sin detrimento de variación.
La contingencia de que acontecieran cosas de esta forma es tan pequeña que es necesario explicar la evolución y complejidad de la vida en la Tierra de la misma forma en la cual se manifiesta a nuestra práctica y que para dicho proceso era necesario el paso de billones de años.
Selección Natural
La selección natural actúa para preservar y acumular ventajosas mutaciones genéticas menores. Un ejemplo de esto es cuando una especie desarrolla la habilidad para poder volar, esto implica que las extremidades que le crecieron para volar se pasaran a las generaciones siguientes para que ellos igualmente tengan la habilidad de volar. Esto también indica que si algún miembro de la especie no desarrolla las extremidades para volar eventualmente morirá ya que no se adaptara; esto indica que solo los individuos más fuertes y que se adapten de mejor manera y más rápida sobrevivirán. La selección natural es la habilidad que adquiere un animal al adaptarse a su hábitat. La selección natural elimina gradualmente, con el tiempo, a las especies inferiores.
Los descendientes heredan los caracteres de los progenitores de generación en generación. Darwin, sin embargo, no conocía las leyes de la herencia sobre las que se estaba trabajando precisamente en los años en los que dio a conocer su teoría. Las leyes de la herencia que hoy son aceptadas científicamente y que fueron descubiertas por Mendel no se conocieron hasta el comienzo del siglo XX. Las explicaciones propuestas por Darwin para la herencia de los caracteres resultaron erróneas y fueron pronto rechazadas. Estas explicaciones, no obstante, no formaban parte del contenido del “Origen de las especies”.
En el proceso de la herencia ocurren variaciones espontáneas que son por azar o ciegas. Se habla de variaciones por azar o ciegas en un doble sentido. Por una parte no se pueden determinar sus causas. Por otra parte, dichas variaciones no están orientadas a una mejor adaptación del organismo al medio, es decir, no hay ninguna orientación a priori en ellas. En la primera edición del “Origen de las especies” Darwin rechazaba explícitamente la herencia de los caracteres adquiridos defendida por Lamarck. Más tarde, sin embargo, matizó dicho rechazo.
Existe reproducción diferenciada en los individuos de una población. El motivo es doble: o bien algunos individuos poseen mayor fertilidad que otros, o bien están mejor adaptados al medio. Mejor adaptación al entorno se traducirá en una mayor supervivencia y, consiguientemente, en una mayor descendencia.

Evolución y finalidad

La teoría de la evolución ha sido un incentivo poderoso para la reflexión filosófica desde sus primeras formulaciones. Existen numerosos estudios en donde gran parte de ellos, directa o indirectamente, abordan temas relacionados con la evolución. La adaptación, el papel de la selección natural y su legitimidad como noción no tautológica, el azar, la noción de función, cuáles son las unidades de selección, la emergencia de propiedades, el concepto de progreso en biología y la continuidad evolutiva del hombre respecto al resto de los animales, son algunas de las otras muchas cuestiones relacionadas con la evolución que son objeto de la reflexión filosófica en la actualidad
En evolución, el azar y el destino no son alternativas. Tenemos aquí una ocasión en la teoría científica, en la que debemos invocar algún tipo de dialéctica hegeliana o marxista. Precisamos de una síntesis de la «tesis» del azar y de la «antítesis» de la predestinación. Mi competencia filosófica es insuficiente para esta tarea. Imploro la ayuda de colegas filósofos» [Dobzhansky 1983: 419].
En el ámbito de la biología tiene una importancia particular el modo en que se ha entendido la causa final, que en su modo peculiar de causar o su inexistencia causa es una constante en la reflexión filosófica. El nacimiento de la mecánica, modificó de una manera sustancial el modo de entender las cuatro causas y, de una manera particular, la causa final. Antes de Darwin el argumento de Paley parecía ser convincente como argumento para acceder a Dios. La filosofía mecánica cumplía de esta manera un papel apologético. Los problemas surgen con Darwin porque su propuesta parece dejar sin fundamento el argumento de la finalidad. Lo que se debe destacar es que el argumento que directamente se ve afectado por la propuesta de Darwin es el sostenido desde la filosofía mecánica. La teoría de la evolución parece ofrecer un modo de explicar la complejidad sin necesidad de recurrir a agentes externos que tengan que diseñar u ordenar los diversos organismos. Esto es inmediatamente interpretado por muchos como una eliminación de la finalidad como causa de la naturaleza. La mecánica pareció borrar la finalidad del mundo inanimado y Darwin, para muchos, consiguió hacer lo mismo en el mundo vivo. Pero eliminar la finalidad es dejar sin base uno de los argumentos más importantes de acceso a Dios. La ciencia, se afirma desde estas posiciones, ha ido arrebatando el papel causal de agentes sobrenaturales a favor de la ciencia.
Las palabras de Ayala no presuponen explícitamente la expulsión de Dios de la racionalidad pero pueden dar pie a pensar que Dios queda recluido al mundo de lo subjetivo y que, por tanto, en el mejor de los casos, no hay incompatibilidad entre Dios y la ciencia porque pertenecen a ámbitos que no tienen puntos en común
La propuesta de la tradición realista no se enfrenta a un naturalismo metodológico como el que es patente en las palabras de Ayala citada anteriormente. La filosofía de la tradición realista asume todo lo que la ciencia puede decir en su ámbito, pero encuadra la finalidad, como causa, en un contexto más amplio del que corresponde al método científico. Esto implica que el tema de Dios no deja de ser un tema plenamente racional y que el ámbito científico contribuye necesariamente a la reflexión filosófica: la ciencia, a la que pertenece la teoría de la evolución, a través de la filosofía, tiene que ver con Dios.

Bibliografía

1 Charles Darwin: "On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, 1859, pág.162. 2 Ibid. pág. 158. 3 Michael Behe, "Darwin's Black Box", 1996. 4 "Unlocking the Mystery of Life," documental de Illustra Media, 2002. 5 Michael Denton, "Evolution: A Theory in Crisis," 1986. pág. 250. 6 Charles Darwin: "On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, 1859, pág.155.

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