Después de 27 años en la cárcel y ser elegido en 1994 presidente electo de Sudáfrica, Nelson Mandela
compartió con el mundo entero uno de sus poemas favoritos, escrito por
Marianne Williamson:
“Nuestro temor más profundo no es que seamos
inadecuados.
Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente
poderosos.
Es nuestra luz, y no nuestra oscuridad, la que nos atemoriza.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso
y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres para no serlo?
Infravalorándote no
ayudas al mundo.
No hay nada de instructivo en encogerse para que otras
personas no se sientan inseguras cerca de ti.
Esta grandeza de espíritu
no se encuentra solo en algunos de nosotros; está en todos.
Y al
permitir que brille nuestra propia luz, de forma tácita estamos dando a
los demás permiso para hacer lo mismo.
Al liberarnos de nuestro propio
miedo, automáticamente nuestra presencia libera a otros”.
Referencia:
http://elpais.com/elpais/2013/05/17/eps/1368793042_628150.html
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