Estoy leyendo este libro. ¡Qué penita de Nash!. Vale que el tío era un genio y que con 21 años pario una idea de premio Nobel, pero a un tío tan inestable mandarlo a la RAND... es como meter a un gato en una perrera. No me extraña que desarrollase una esquizofrenia paranoide
No hay comentarios:
Publicar un comentario