Páginas

sábado, 27 de enero de 2018

El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas

 Tenemos encima de nuestras cabezas influencias muy queridas que ejercen una radiación letal sobre nuestra existencia. A continuación os dejo cuatro historias de la pesadez de ciertas influencias. Lo curioso es que las cuatro son obras hechas por personas que incursionaban por primera vez y última en la realización de estas obras: un poeta haciendo ciencia, dos actores dirigiendo sus únicas películas, el autor de un único libro, cima de la literatura mundial.

Nadie puede decirte que la realidad es solo una y que es inamovible

Goethe, literato alemán, tiene una sola obra científica, Teoría de los Colores. Su tesis es una reacción frente al reduccionismo Newtoniano que decía que todos los colores son ondas de distinta longitud. Goethe en su libro nos explica que el receptor, la capacidad de percibir del humano es también parte del problema. El tiempo tiene una sola dirección, ¿Verdad?, lo que sugiere Goethe es ¿Y si nosotros solo percibiésemos el tiempo en una sola dirección y fuésemos incapaces de percibir otras direcciones?.

Goethe, el poeta, el escritor, reacciona contra la opresión de la verdad científica. No la niega, no, sino que la hace más grande. Mi padre, que ha sido el ser humanos más impresionante que he conocido, me contó una vez una historia, de esa manera que hace que intuyas que te están haciendo un regalo. La base de esa historia es la misma base de la que parte Goethe: nadie puede decirte que la realidad es solo una y que es inamovible. Se trataba de la historia de los seis sabios de Grecia. Eran tan sabios que consideraban que ya habían llegado al cenit de la sabiduría humana y por ese motivo ya no hablaban. En esto que un joven quiso ser parte del grupo de los sabios y para ello acudió a su presencia. Les explicó cuales eran sus contribuciones al campo del conocimiento humano y que por ese motivo quería ser también considerado uno de ellos. Los sabios lo escucharon y después de escucharlo llenaron un vaso de agua y lo llenaron hasta un punto en el que no cabía ni una sola gota. Humillado el joven abandonó la sala. Días más tarde la solución le vino a la cabeza. Corrió hacia donde estaban los seis sabios y llenó un vaso de agua hasta que ya no cabía una sola gota. Cuando estaba el vaso a punto de rebosar cogió un pétalo de rosa, un pétalo grande y lo puso encima del agua. No se vertió ni una gota. Acababa de demostrar las propiedades de la tensión superficial del agua y también el principio del cálculo diferencial que se basa en que la mayoría de veces los números no son discretos sino que siempre hay sitio para un poquito más. A partir de ese momento el joven fue aceptado y de seis pasaron a ser los siete sabios de Grecia.

Goethe y la leyenda de los siete sabios de Grecia nos enseñan que nadie tiene la posesión absoluta de la verdad, que siempre hay espacios de libertad y donde todos podemos hacer nuestros aportes. Nadie puede decir que la física newtoniana sea falsa, pero hacer creer que es genial y que no habrá física más allá de Newton, eso es lo que es auténticamente perverso.

El peso abrumador que tienen las acciones de los padres sobre los hijos

El actor Charles Laughton dirigió una sola película que fue un fracaso de taquilla. No volvió a intentarlo más. La noche del cazador, es hoy en día una película de culto. Trata sobre el peso abrumador que tienen las acciones de los padres sobre los hijos. Otra película que fue la única dirigida por otro famoso actor, Paul Newman, es El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas. También trata sobre el peso que tiene la trayectoria vital de la madre sobre sus dos hijas, especialmente sobre una de ellas.
Fotograma de El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas, dirigida por Paul Newman.

Ambas películas cuentan cómo esos niños se redimen de esa carga. Cortar esa cadena de casualidades, esa realidad heredada, omnímoda e incómoda. La vida está llena de posibilidades, no tenemos por que vivir atados a una vida que no elegimos. Si, esto es fácil decirlo, pero hoy en día sabemos que los traumas se heredan. Heredamos hasta una serie de genes que se activan durante los traumas. Los heredamos también en nuestras celebraciones. Por ejemplo los judíos que celebran cada año las grandes catástrofes que les han ocurrido como pueblo. Celebramos las batallas ganadas, las perdidas... como un ejercicio de pertenencia al grupo. Como advertencia inconsciente de los peligros que nos acechan por pertenecer a según que grupo social o étnico. Normalmente los recuerdos asociados al odio se mantienen más tiempo que los recuerdos buenos. Somos así, en el fondo de nosotros vive aquella rata nocturna que evolucionó cuando se fueron del planeta los dinosaurios.

Concetta relegada por su padre

Otra obra que es la única obra del autor es El gatopardo, del Príncipe de Lampedusa. Aunque haya quien discrepe, en mi opinión el papel principal es el de Concetta. Si no es así, ¿Por qué en el último capítulo, el que cierra la obra, el único de los personajes que aparece es ella?, ocurre también con Madame Bovary. El marido aparece de nuevo en el último capítulo. Es como si toda la acción, todo el torbellino se explicase para ilustrar el efecto que nos causan determinadas personas. Concetta es la hija del príncipe, poco agraciada y sin talento social, es relegada por su padre que favorece a la hija de un cacique local para casarla con su sobrino. El sobrino se casa con la hija del cacique y hacen lo que se espera de ellos. Conetta se queda soltera en la casa paterna. Todos van muriendo y ella los sobrevive. El príncipe se comportó como debía, impulsó la carrera política del sobrino como un medio para conseguir que la casa de Salina, su título nobiliario y sus propiedades, sobreviviesen a una época turbulenta. La reflexión final es el mal sabor de boca de un padre que sacrifica la felicidad de su hija por la supervivencia de la casa y el apellido familiar, en el fondo dos intangibles, dos símbolos apolillados. No es la tarea de un padre decidir que su hijo no merece la pena y que son otros los que tienen posibilidades de brillar y que deben brillar.

Madame Bovary es una pendeja y la novela trata de como las vicisitudes de una pendeja arruinan la vida a un pobre tipo. El Príncipe de Salina era un cabrón con pintas que arruína la vida de su hija buscando la supervivencia de la casa de Salina. En el último párrafo, en el que, casi treinta años después de la desaparición del Principe de Salina, su hija Concetta se decide por fin a arrojar a la basura al perro disecado de su padre, Lampedusa escribe:  "Mientras se llevaban a rastras el guiñapo, los ojos de vidrio la miraron con la humilde expresión de reproche de las cosas que se descartan, que se quieren anular". Treinta años le llevaron a la pobrecilla a deshacerse de ese mundo que la vio como una persona que no merecía la pena.

                                                                                                                            19 de marzo de 2024

Necesito actualizar esta entrada. 

Hay HDPs donde menos te los esperas

Hay dos películas que tratan sobre el estupor que se siente cuando la persona amada resulta que es un HDP. Una es "La caja de música" de Costa-Gvaras y la otra "En el Valle de Elah". Pensamos que nuestro padre o nuestro hijo, solo por el hecho de serlo, está libre de todo pecado y todo mal. Es paradójico pensar que, a la mayoría de nosotros, nuestros padres y madres nos parezcan sabios cuando la mayor parte de las personas nos parecen un poco imbéciles. ¿Qué ha pasado para que tengamos esta ceguera?. En ambas películas, la labor detectivesca va reconstruyendo la realidad y la realidad desmorona la imagen que te habías construido de esas personas queridas. Los rayos gamma de la realidad lo queman todo, el recuerdo de tu padre o la realidad en la que se ha convertido tu hijo. 




jueves, 25 de enero de 2018

Los traumas piden sus símbolos

El mal, las malas experiencias se quedan grabadas en fuego en nuestra memoria. Es como si, nuestro ancestral cerebro de rata, porque ahora sabemos que los mamíferos procedemos de una especie de rata nocturna que vivía en la era de los dinosaurios, mantuviese vivos esos recuerdos para prepararnos y no permitir que nos volvamos a exponer a algo semejante. Una familiar nuestra, que había perdido a su marido durante la guerra civil española, fusilado por los fascistas, cuando su cerebro estaba ya devorado por el alzheimer y no recordaba ni a sus hijas, era mencionarle el nombre de otro medio familiar que había delatado el paradero de su marido a los falangistas y ella empezaba a hilar recuerdos de esa época uno tras otro: las neuronas del odio fueron las últimas en morir.

Hoy sabemos que las malas experiencias dejan su huella en nuestro ADN y que los traumas en la niñez aumentan hasta cuatro veces la probabilidad de trastornos mentales, en las personas que lo sufren y también esta probabilidad se mantiene en su descendencia.

El genocidio indígena, una herida abierta en América

En Europa algo de genocidios conocemos, pero no a la escala de lo que ocurrió aquí. En Europa, el sistema feudal se basaba en los derechos de una aristocracia de origen germánica, en España los nobles procedían de los Visigodos, en Inglaterra de los Bretones franceses, que a su vez eran los descendientes de Vikingos asentados en la costa occidental de Francia, los nobles franceses del pueblo Franco que había impuesto su derecho de sangre sobre la población local galoromana. Esta imposición militar se plasmó en un sistema de leyes para la aristocracia y otro para el pueblo. Los religiosos, herederos directos de la organización imperial romana, tenían su propio sistema de leyes por el que se regían. La revolución de Cronwell, la revolución francesa y las Cortes de Cádiz se produjeron para dotar a los estados de un código de leyes único. En la India, cuando los pueblos que dominaban el hierro invadieron el subcontinente establecieron un sistema de castas, en donde los habitantes originales, los Dalit, quedaron subyugados como la casta inferior hasta nuestros días. La constitución India abolió el sistema de castas pero en la práctica, en las zonas rurales, sigue siendo un pilar de la sociedad india. La situación en América es similar. La constitución garantiza la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, pero la realidad nos muestra que ser "indio" en América es una situación de discriminación. Existe una diferencia racial frente al mestizo o al criollo que en Europa no se ha dado con tanta fuerza. Y cuando escribo estas lineas pienso con pena en la situación de los emigrantes musulmanes en Europa y creo que debería de tragarme mis palabras.
Fachada de una de las puertas del monasterio del Carmen Bajo (intersección calle Venezuela con Manabí) Quito, Ecuador. Símbolos de poder occidentales tallados por manos indígenas.
Geolocalización: -0.218199, -78.509995
Los símbolos activan, en nuestro cerebro, respuestas básicas

El territorio en el mundo animal es algo que tiene que ser asociado a un símbolo. Los pájaros marcan su territorio con un canto. Si nosotros generamos ese canto y lo reproducimos en un bosque automáticamente asociamos a ese canto un territorio. Pero aun hay más, si el canto que nosotros generamos es lo suficientemente rico y complejo, los demás pájaros ni siquiera se atreverán a desafiarnos porque habrán intuido la superioridad de ese individuo.
Deleuze y Guattari le dedican a este tema un capítulo en su libro Mil Mesetas. Obviamente es de muchísimo interés para la biología.
Video de un pez que traza mandalas en el suelo del océano para atraer a la hembra. La hembra solo se fijará en aquellos círculos complejos y simétricos. Un ejemplo más de que los símbolos tienen poder en la naturaleza al delimitar territorios

Sin ir muy lejos, podemos ver en la manía de los perros de marcar con orín su territorio, que es simpático en el caso de perros domésticos que no tienen ninguna necesidad de ello, como tampoco de proteger su comida cuando están comiendo, cómo los circuitos neuronales están trabajando. Los animales nacemos con la mayor parte de nuestro cerebro en blanco. Un cerebro que se irá llenando de memoria a medida que las neuronas van estableciendo conexiones. Lo cierto es que nosotros nacemos con una serie de neuronas que van a estar conectadas de antemano, antes incluso de haber tenido experiencias que hayan conformado esas redes neuronales que "graban" los recuerdos. Son las redes neuronales de los reflejos y del instinto.
Los símbolos apelan a redes neuronales que se han formado en cada uno de nosotros. Vemos símbolos y automáticamente todos tenemos la misma respuesta. Por ese motivo, tocar los símbolos es tan delicado.

La chacana, una escalera hacia lo más elevado

En la región Andina existe un símbolo, la Chacana, que es un gráfico que simboliza los principios por los que se rige la sociedad. Se cree que este símbolo tiene una antigüedad de 4000 años. Parece algo primitivo pero nosotros, en nuestro mundo occidental, también utilizamos este tipo de grafos simbólicos: la división de la política en derecha-izquierda, autoritarismo-liberalismo.
La chacana es un gráfico andino que sirve para enmarcar el pensamiento dual: masculino-femenino, cielo-tierra. Representa la Cruz del Sur, una constelación de estrellas que el 3 de mayo adoptan la forma de una cruz perfecta. Este día marca el inicio del calendario indígena. Fuente
Pasear por el centro histórico de Quito es un placer. Sorprende que, habiendo sido levantado por indígenas y esclavos, la factura sea tan occidental y española. La base del primer monasterio de la ciudad, el de San Francisco, levantado en 1540, son piedras de un templo anterior. Los españoles rebajaron el ángulo del muro y lo tallaron para simular una factura de construcción europea. Sin embargo, aquellos artesanos indígenas lograron plasmar algo de ellos mismos en aquellos espacios en los que tuvieron cierta libertad. Algo similar sucedía en Europa, en donde los maestros artesanos tallaban las figuras de los coros mayores y los oficiales tallaban el coro menor y aprovechaban la menor exposición de su trabajo para hacer figuras satíricas como personajes metiéndose un dedo en la nariz. Aquí, en Quito, también existía ese espíritu de resistencia.

En la portada de una de las puertas del monasterio del Carmen Bajo, el artista tuvo que tallar una corona europea. Se nota a primera vista que no tenía mucha idea de cómo era una corona y que alguien, posiblemente un fraile o un cura español le hizo un boceto de como era una corona. Pues bien, el artesano talló una corona, con los piquitos, tal como vemos en la primera foto de esta entrada, sin embargo, la decoración es puramente indígena, es más, en la base de la corona introdujo dos elementos reales andinos: el Sol y la Chacana.
Detalle de la corona de la portada del monasterio del Carmen Bajo. El sol y la chacana.
A los extranjeros la Chacana no nos dice nada. A los locales, a aquellos que tienen sangre indígena en sus venas, símbolos como éste, despiertan y evocan una variedad de emociones. Es lo ancestral, algo que los conforma, que está ahí y que ha sido mil veces negado. Negar lo que se ama... que contradicción tan grande y que fuente de problemas. Y a pesar de todo, cuando se tiene que plasmar un símbolo andino ahí está la Chacana, resistiendo, buscando su lugar en pleno S.XXI. Este símbolo pervive porque perviven ese 20% de indígenas que tiene el Ecuador y porque la mayoría de sus habitantes mestizos tienen sus genes y su herencia, y porque hay un dolor pendiente, un dolor que necesita cura. No pasará mucho tiempo hasta que este símbolo consiga estar presente en el escudo nacional, un escudo de tipo europeo y criollo. El día que los símbolos indígenas estén incorporados al poder se irá cerrando la herida. Lo indígena saldrá de la cultura de la opresión y la resistencia para aportar en la construcción de una realidad que irá más allá de lo nacional ecuatoriano para ser andino y participar así en la construcción de una patria más grande. Como decía Carl Sagan, el progreso consiste en que la palabra nosotros es cada vez más grande y abarca a más personas.

 El barroco quiteño es un estilo própio y único en el mundo

Ayer, viernes, después de publicar esta entrada, por la noche, fuimos a un concierto de la Sinfónica del Ecuador en la Iglesia de la Compañía de Jesús. De repente me di cuenta ¡La iglesia de la Compañía de Quito estaba llena de chacanas y de soles!

La chacana es parte importante de una de las grecas que se repiten en todo el interior de la iglesia de la compañía
 Pasear por el centro histórico de Quito es percibir el dolor y el goce. El dolor de una ciudad española en los Andes, construida por indígenas en donde se borró cualquier recuerdo de su cultura anterior, de la cultura de cuando ellos eran ciudadanos de primera. Goce también, el de los artistas quiteños que descubren, con los invasores y ahora nuevos amos, un sinfín de nuevas técnicas de construcción y de artes plásticas. No eran artistas reproduciendo un modelo ya predefinido. Eran artistas deslumbrados por las nuevas posibilidades. Es un sentimiento que se percibe en todo el centro histórico. Construir hermosas iglesias que ya no son barrocas sino quiteñas. Introducir los símbolos, y la estética indígena en los resquicios de la obra, como los judíos que introducen sus papeles entre las grietas de lo que queda del antiguo templo. Voluntad de persistir en el tiempo. Eso es lo que hace a Quito grande. Una ciudad a la que se le laminaron su símbolos y pocos años después los reproducía insistentemente en los nuevos monumentos.

Incluso las estrellas de 8 puntas rememoran a la chacana. En su interior flores que parecen soles. No es casualidad que este estilo quiteño tenga semejanzas con el único estilo arquitectónico nacido en la península ibérica, el mudejar, que también es un estilo mestizo: musulmanes conversos construyendo catedrales cristianas.
En la iglesia desacralizada del Museo de la Ciudad también se puede observar una chacana

Última Cena, Recoleta de San Diego, Quito
En Quito se pueden ver dos cuadros con un cuy en vez de cordero en la Última Cena, en la Recoleta de San Diego, y en la Catedral Metropolitana
Última Cena, Catedral Metropolitana de Quito.

Para saber más:

miércoles, 24 de enero de 2018

Cuando la realidad se viste de ficción: la fotografía de estudio

Autor: Gilmar Silva. Proyecto LUGARxFOTO
Mi abuelo José Moreira era fotógrafo de estudio. Quizás por esa razón siempre me ha gustado este tipo de fotografía. El fotógrafo brasileño Gilmar Silva, especializado en bodas y retratos familiares, ha creado el proyecto LUGARxFOTO. Una colección de fotos "tras la cámara", que muestra cómo las sesiones de fotografía profesionales buscan colmar las expectativas de los clientes. Hacer posible aquello que ellos ven en su imaginación: ver angelitos donde la realidad nos dice que son simplemente niños. Esa es la magia del fotógrafo de estudio.

jueves, 18 de enero de 2018

Buenos recuerdos

Hay imágenes que te producen comfort. En la película "Arrebato" de Ivan Zulueta se explora esta sensación. Un personaje de la película dice que se puede alcanzar un estado muy parecido al que produce la heroína cuando se contempla algo que nos ha producido mucho placer.

A mi me pasa cuando miró este tipo de juguetes, juguetes con los que he gozado muchas muchas horas:
Por eso para mi es importante que mis hijos guarden sus juguetes. Cuando sean mayores y los vuelvan a ver recuperarán esa emoción que solo se tiene cuando se es pequeño.

Viendo otra vez la película de Scorsesse "El lobo de Wall Street" en una fracción de segundo aparece una mesa de piedra de Porriño:
Me dio una sacudida de placer. Vaya Ud a saber porqué.

Y viendo el capítulo 8 de la primera temporada de "Mind Hunters" también en una fracción de segundo aparece una máquina fotocopiadora como la que había en los años setenta en las oficinas donde trabajaba mi padre. Recuerdo estar haciendo fotocopias en aquella máquina con mi padre. Los momentos con mi padre siempre fueron momentos muy buenos y agradables. Ver esa máquina aunque fuera unas décimas de segundo hizo que la tarde fuese una tarde buena.
A la derecha está la máquina fotocopiadora, marca Xerox, creo


martes, 9 de enero de 2018

Un periodista no debe hacer juicios de valor en sus preguntas

Un periodista pregunta, no hace comentarios de valor: "Se trata algo que es difícil de digerir, porque se trata de personas que han matado y que luego deciden quitarse la vida. ¿Realmente la sociedad tiene que preocuparse por ellos?" Leer la entrevista aquí.

El entrevistado responde con mesura contrarrestando la vehemencia de la "entrevistadora":


"P. En el estudio hablan del incremento de agresores que se suicidan o intentan suicidarse, y lo tratan como un problema a abordar. Se trata de algo que es difícil de digerir, porque se trata de personas que han matado y que luego deciden quitarse la vida. ¿Realmente la sociedad tiene que preocuparse por ellos, por si se matan o no? Lo que es preocupante es que maten a una mujer antes de quitarse la vida…
R. Evidentemente lo que nos ha de preocupar ante todo es reducir lo más posible el número de víctimas que pierden su vida, ni qué decir tiene. Pero el que haya tantos agresores que se suiciden, por encima de un tercio de todos los homicidas de la pareja, está demostrando que no estamos abordando de una manera adecuada la tendencia autodestructiva de los homicidas de su pareja. Es obligación de la sociedad salvaguardar la vida de todos sus ciudadanos, víctimas y agresores, sin perjuicio del castigo penal que estos últimos deban sufrir".


Que "La sociedad tiene una responsabilidad hacia todos sus miembros" es un concepto que proviene de la izquierda y que las sociedades modernas han incorporado en mayor o menor medida. Acabo de leer esta entrevista de Mauricio-José Sschwarz que ilustra como los conceptos de igualdad se están difuminando en la izquierda por una tendencia a alejarse del análisis de los hechos para centrarse en los sentimientos.